Por David Uriarte /
El Presidente de CANACO Culiacán, Diego Castro Blanco, y el Secretario de Economía Javier Lizárraga Mercado, intercambiaron puntos de vista relativos a la economía sinaloense, específicamente la del municipio de Culiacán.
El video filtrado revela la postura mesurada de Castro Blanco y la claridad de ideas del Secretario de Economía Javier Lizárraga.
Mientras el secretario de Salud, Efrén Encinas y el gobernador Quirino, estuvieron en la reunión de la CONAGO con el presidente López Obrador, buscando las formas de revertir los estragos mortales de la pandemia, los comerciantes buscan distintos canales de comunicación y acercamiento para convencer al Gobierno de la reapertura de sus negocios.
Derivado del decreto presidencial al inicio de la pandemia, el Consejo de Salubridad General y sus réplicas en los estados, se convirtieron en las autoridades sanitarias que deciden la operación y funcionamiento de las actividades esenciales y no esenciales.
Las asimetrías en el trato a las grandes cadenas comerciales y los distintos giros del comercio local, se han convertido en parte de la inconformidad de las micro, pequeñas y medianas empresas; los organismos intermedios o camarales, están en medio de la presión de sus agremiados y las instrucciones del gobierno federal, estatal y municipal.
Por si le faltaba algo al conflicto social, se inicia una huelga de hambre en la entrada el edificio del Ayuntamiento de Culiacán. Conciliar las partes ha sido lo difícil, aquí es donde debe aparecer más que el oficio técnico, el oficio político para llevar a buen puerto el conflicto, y el buen puerto consiste en “ganar-ganar”.
No se trata de ganadores y perdedores, no se trata de exhibirse como un erudito de las leyes, o como un sanitarista internacional; se trata de preservar la salud pública, atender los protocolos para el caso, buscar alternativas para que el comercio fluya y los comerciantes conserven su forma honesta de vivir, los clientes puedan satisfacer sus necesidades primarias, y ganen la sociedad, los comerciantes y el gobierno.
Si el árbitro según el decreto presidencial para esta contingencia sanitaria es el Consejo de Salubridad Estatal, ¿qué sigue?