Por David Uriarte /
Las sorpresas son posibles en el terreno deportivo, lo mismo ocurre en el terreno político, basta recordar los tiempos gloriosos de la leyenda del boxeo profesional Julio César Chávez quien sucumbió a la juventud impetuosa de Óscar de la Hoya. O el puntaje de los pitchers de grandes ligas que en su momento fueron superados por Fernando Valenzuela y en estos tiempos por el lanzador Julio César Urías Acosta, esto indica dos cosas: juventud y experiencia.
La juventud por sí misma no es garantía de triunfo, tiene que coexistir con la entrega que construye experiencia, con la técnica que se perfecciona en el campo de batalla el porcentaje de triunfo es reducido, por cada cien jóvenes que incursionan en cualquier deporte, diez se colocan a buen nivel y sólo uno triunfa, lo mismo ocurre en la política.
En la contienda electoral rumbo a la gubernatura de Sinaloa, o presidencia municipal de Culiacán, o incluso en las candidaturas a las diputaciones locales y federales, hay una relación contrastante entre los profesionales de la política y los amateur.
Los caminos de Sinaloa son recorridos por gigantes de la política, hombres y mujeres con experiencia, técnica y perseverancia, por otro lado, también se observan hombres y mujeres jóvenes de edad o jóvenes de experiencia en el terreno político que buscan un espacio para gobernar o expresar su vocación de servicio.
En los distritos electorales puede haber sorpresas, las nuevas figuras representativas de una política social y partidista tienen en sus manos la oportunidad para demostrar de qué están hechos. Las condiciones partidistas son desiguales, mientras los profesionales de la política traen toda una estructura para llegar a más gente, los amateur “se rascan con sus propias uñas”, es decir, salen todos los días solos con la bendición de sus familiares y simpatizantes. Estos candidatos y candidatas ya quieren que se acabe la campaña, ya estiraron hasta donde pudieron sus recursos económicos, ya agotaron los vínculos sociales y de amistad con apoyos de todo tipo, ya vivieron en carne propia lo que implica gastar la suela de los zapatos. Los amateur darán sorpresas a los profesionales.