Por David Uriarte /

A siete semanas de que terminen las campañas políticas de la jornada electoral más copiosa en México, la sociedad transita en su vida diaria como si nada hubiera pasado, la verdad será revelada y descubierta el día de la votación, mientras tanto, dimes y diretes son el sello distintivo de los candidatos desesperados por conocer la verdad.

A siete semanas de las elecciones, la propaganda electoral abarrota las pautas publicitarias en radio y televisión, las redes sociales desplazaron otros contenidos para dar paso a los mensajes partidistas, columnistas, analistas políticos, encuestadoras, grupos de simpatizantes, y grupos antagónicos, hacen de los espacios informativos, un verdadero ring de las contiendas electorales.

A siete semanas de saber cuál es el rostro de la primera mujer que gobernará México, el único contendiente del género masculino a la Presidencia sigue gastando su discurso y nuestro dinero, lo más cómodo para el candidato de Movimiento Ciudadano, es refugiarse en las distintas universidades públicas y privadas, es la manera de vender la imagen de diversidad e inclusión, es evidente que no hay pueblo cuyo número sea significativo para arriesgarse a un mitin desolado.

A siete semanas para cerrar el telón de la jornada electoral histórica en México, las iniciativas enviadas o avaladas por el presidente López Obrador, se convierten en el combustible detonante para los enfrentamientos verbales ríspidos entre los diputados federales y los senadores; el pueblo está conociendo la forma de defender las instrucciones presidenciales y la realidad entre la división de poderes.

A siete semanas de dejar de escuchar el estruendo mediático y ver la contaminación visual de miles de candidatos, la ciudadanía se prepara para continuar con su rutina diaria, para dejar de recibir mensajes hirientes, propaganda intimidatoria, entrevistas sospechosas, formar parte de encuestas sesgadas, en fin, la tranquilidad se avizora a pocos días de distancia.

A siete semanas de saber quiénes mandarán y quienes estarán en los congresos, también podría haber sorpresas de todo tipo, desde las sorpresas legales judicializando algunos resultados electorales, hasta las sorpresas del crimen organizado, todo puede pasar… la muestra de los alcances tiene sepultados a cerca de treinta actores políticos, retirados a otros tantos, y con miedo a muchos más.