Por David Uriarte / 

 

“Amor con amor se paga”, es una proposición de contenido emocional, un enunciado con mucha substancia, un pensamiento revelador, más cuando sale de la boca de una persona persistente como Andrés Manuel López Obrador.

El axioma arrastra del pasado reciente el comportamiento, actitud, y práctica del gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz, con el presidente López Obrador, sólo de esa manera se puede entender la defensa y solicitud de respeto para el titular del ejecutivo en Sinaloa.

Todo en su momento se sabe, hasta los archivos secretos del entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), estarán proporcionando información en su momento clasificada y reservada, como se hace en Estados Unidos y en otros países del mundo civilizado.

Las líneas de pensamiento o interés que unen al senador Rocha Moya con políticos del PRI y el mandatario estatal, son los vasos comunicantes alimentadores de la conciencia del presidente en su lucha por la presidencia, por eso, el reconocimiento público es merecido, tal vez no necesario.

El oficio político se mide por resultados no por esfuerzos, y el axioma de AMLO “amor con amor se paga”, es la pomada que cura los raspones que le dejó la contienda electoral a Quirino Ordaz.

La lectura de los morenistas y priistas en relación a los apapachos o arrumacos políticos al primer mandatario estatal por parte del presidente AMLO, podrá ser distinta, sin embargo, el agradecimiento público por favores recibidos, fue parte del pago cuyo simbolismo da para más análisis.

Manifestaciones de apoyo, inconformidad, agradecimiento e indiferencia, fueron las variables de equilibrio político en la gira presidencial, nombres como Daniel Amador y la sección 53 del SNTE, fueron expresados por un grupo de inconformes, eso generó el compromiso del presidente para la visita de Esteban Moctezuma a Sinaloa.

El grupo de inconformes que rodearon la camioneta de AMLO, vacunados con la pastilla de “exijo respeto para el gobernador de Sinaloa”, entendieron que el hilo se rompe por lo más delgado. De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben. (Don Quijote de la Mancha).

 

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