Por David Uriarte /

Hombres y mujeres buscan trascender a través de los hijos, esta afirmación deja de tener validez total en algunas personas, es decir, hay jóvenes y otros no tanto, que simplemente no quieren tener hijos, prefieren mascotas, pasatiempos, o disfrutar viajando solos o en grupo.

La generalización de que todas las personas quieren tener hijos, no aplica, sin embargo, una cosa es la capacidad reproductiva y otra cosa la potencialidad de la vinculación afectiva.

En países capitalistas, la cultura empuja a la comercialización de casi todo, incluyendo el amor romántico, hay que puntualizar las diferencias entre los amores o la diversidad de amores, desde amor a la vida, a la lectura, los hijos, la familia, a la naturaleza, los animales, hasta el amor romántico o amor a la pareja.

El amor a la pareja puede incluir el permiso a la erotización siempre y cuando exista consenso para ello, a diferencia de otros vínculos amorosos, el amor romántico o amor a la pareja está repleto de expectativas a largo plazo y a la solidaridad más allá de la razón.

Las emociones se superponen a las razones, no se trata de deficiencias cognitivas o trastornos del neurodesarrollo, se trata de vinculaciones afectivas cuyo origen tiene que ver más con lo biológico, aunque los significados psicológicos eclipsan la parte biológica. Todo empieza con el complejo mayor de histocompatibilidad (CMH), un grupo de genes que influye en la atracción sexual y en la elección de pareja.

La atracción tiene una base biológica, aunque la razón se pase por conceptos y definiciones, la capacidad para elegir entre una persona y otra, tiene todo que ver con el olor, mientras a ti te atrae el olor de tu pareja, a otra persona le puede resultar repugnante, este es el trabajo del complejo mayor de histocompatibilidad, esta es la causa por la cual el hermano le puede decir a su hermana que se mueva a otro lugar porque “apesta”, sin embargo, esta “peste” es precisamente lo que atrae al novio de su hermana.

Es la voz de la biología gritando -no a las relaciones incestuosas o endogámicas-. La disyuntiva entre hacerle caso a la voz de la biología o a la voz de los padres, puede determinar el rumbo del éxito o el fracaso en la elección de pareja desde el punto de vista reproductivo.

El amor romántico o amor a la pareja es diferente al enamoramiento, al apego, o deseo, cada vinculo tiene su base biológica y su connotación psicológica.