Por David Uriarte /
Hay familias que salvo el encierro, sus vidas no tendrán muchos cambios después de la pandemia, sin embargo, la mayoría sí.
La vida y la salud son los dos activos con más riesgo… después de eso, la economía será el gran dolor de cabeza para micro y pequeños empresarios, y millones de mexicanos algunos en el desamparo total y otros en la agonía presupuestaria.
Los anuncios de –se renta o se vende- ya empiezan a mirarse por las calles de la ciudad; la mendicidad aparece con diferentes rostros, los deudores de tarjetas de crédito buscan los beneficios de la banca, como aquellos que llevan su reserva de agua en el desierto y saben que es más grande el tramo que la reserva.
La pandemia desató una cadena de pérdidas empezando por la salud; la salud física, mental, económica y social.
La enfermedad fortalece la teoría de la selección natural de las especies, sobreviven los que más defensas naturales tienen, los que genéticamente son más fuerte, en consecuencia mueren los indefensos, los débiles, los enfermos, y los viejos. Esta realidad como otras tantas, es injusta para los afectos de las familias, pero la selección natural de las especies así es: no importa a cuál eslabón se pertenezca, la única condición para morir, es estar vivo.
Los estallidos sociales surgen de inconformidades, los familiares de los muertos y enfermos por el virus están inconformes; los que perdieron su trabajo están inconformes; los que conservan su trabajo pero les disminuyeron el sueldo están inconformes; los que aún conservan su trabajo y su sueldo tienen miedo a la incertidumbre. Los micros, medianos y pequeños empresarios están inconformes por el desplome de la economía, los que acumularon deuda también están más inconformes, y los que empiezan a utilizar sus ahorros también… ¿entonces qué sigue después de tanta inconformidad?
El corte de caja se podrá hacer dentro de cuarenta días, la cadena de pérdidas se podrá valorar hasta el mes de junio de este año. Mientras tanto, el hambre ronda muchas familias, la delincuencia también, las alternativas para reducir esta cadena de pérdidas desde casa, es la paradoja de la pandemia del siglo.