Por David Uriarte /

 

Las afirmaciones relativas a las mentiras diarias que cuenta o dice una persona, revelan la capacidad humana para buscar no meterse en problemas, aunque al final esto puede ser al revés. Muchas personas desde su corta edad ya daban indicios de su capacidad para mentir, hoy se habla de la diferencia entre mentir y no decir la verdad.

Las discusiones se pueden volver eternas con un mentiroso, la credibilidad se pierde y la confianza también. Es probable que el hijo mentiroso termine siendo la pareja mentirosa, el padre mentiroso, el empleado mentiroso, el empresario mentiroso, el abuelo mentiroso, y sus dichos siempre estén sazonados por imprecisiones que lo ponen en un lugar cómodo ante los demás, lo liberan de culpas, hasta que aparece la verdad y las consecuencias de la misma.

Hay parejas cuyo cansancio no lo alivia el amor, es decir, están hartas de oír tantas mentiras, de saber que tarde o temprano las evidencias dejarán al descubierto una mentira más de su pareja.

El coraje y la frustración de muchas mujeres y muchos hombres, se deriva de la incapacidad para entender el objetivo de tanta mentira y terminan preguntándole al mentiroso ¿para qué? o ¿por qué? tantas mentiras, las justificaciones de la persona mentirosa son: “se me hizo fácil”, “no sé”, “para que no te enojaras”, “no pensé que me descubrieras”, y muchas más.

La especialidad de un mentiroso por supuesto que es mentir, y la característica de la mayor parte de ellos es que no se sienten culpables, incluso piensan que es lo mejor que pueden hacer por el bien de todos.

Cuando alguien miente ante la evidencia o la sospecha de infidelidad, lo que busca es salvaguardar su relación de pareja y eventualmente continuar con su infidelidad, cada caso es distinto, sin embargo, en este ejemplo vemos como miente con su pareja previa y probablemente también mienta con su pareja nueva.

Las mentiras no se circunscriben siempre al proceso de infidelidad, el mentiroso miente ante lo banal y miente ante lo trascendente, incluso miente sin necesidad. La mentira forma parte de naturaleza humana, sin embargo, hay de mentiras a mentiras, de mentirosos a mentirosos, y cínicos mentirosos.