Por David Uriarte /
“Si no quieres ver baches, vete por donde no hay baches”; entonces, si no quieres tener coronavirus, vete a donde no hay coronavirus.
La sabiduría que no es lo mismo que la inteligencia, se expresa de diferentes maneras y en diferentes contextos… hoy que el mundo vive la pandemia del COVID-19, la manera más segura y eficaz de evitar la infección, es evitar el contacto con el virus, para esto, evite retar al sistema inmune y pensar que “a mí no me va a pasar nada”, o deje de hacerle al temerario sorteando los posibles focos de infección.
Hoy, además del apotegma del Presidente Municipal de Culiacán, también cobra vigencia la afirmación del El Principito, -“Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante”.
Valorar la salud cuando se tiene es como valorar el amor cuando se vive, esperar o creer en los tiempos mejores, a veces nubla la dulzura del presente y da paso a la amargura del futuro.
Las pérdidas son procesos cuyas vivencias siempre empiezan con la negación; perder la salud implica comprar boleto preferente para ver la muerte en primera fila, si la muerte no te invita a bailar con ella, seguro será en otra ocasión compres o no boleto, pues la eternidad es la noche de la vida.
La negación es la fuente de inspiración de los “memes”, creer que no pasa nada es la mezcla de negación de la realidad con un toque de ignorancia, es posible que la aceptación de la realidad sanitaria se dé cuando los estragos financieros o de salud ya estén inmersos en la economía, y la enfermedad sea un referente de la ignorancia vestida de incredulidad.
En los duelos, después de la negación aparece el coraje… ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? Muchos enfermos hoy se hacen esas preguntas, después viene el regateo, esa conciencia escindida que no le queda de otra más que aceptar que se equivocó; enseguida aparece la depresión como parte de la realidad amarga para finalizar con la integración de la experiencia.
Integrar la experiencia es la parte final del duelo que se vive en las perdidas. Hazle caso al apotegma Estrada, “si no quieres infectarte de coronavirus, sácale la vuelta”.
