Por David Uriarte

Ahora sí, la víspera de noche buena será el día que MORENA decida quién es el candidato a gobernador en Sinaloa. Desde la semana pasada los sinaloenses, los grupos políticos y los líderes de los partidos están esperando la decisión cupular de MORENA, muchos, principalmente Gerardo Vargas Landeros está en la incertidumbre, en el desespero, en la recta final de las definiciones.

Hay dos opciones, o mañana es ungido Gerardo Vargas como candidato de MORENA al Gobierno del Estado, o mañana empieza otro capítulo en la vida política de Sinaloa donde veremos cosas inimaginables, si no, al tiempo.

Por la vía de las especulaciones se puede intuir que la carta tapada de MORENA en Sinaloa es Imelda Castro en atención a la cuota de género, de otra manera, Rubén Rocha podría ser la otra opción, de no ser así la pregunta obligada es ¿Cuál de las cartas registradas trae en la mano Mario Delgado?

Todos pueden ser, ‘el químico’ Benítez, Jesús Estrada Ferreiro, o cualquiera de los registrados. El presidente López Obrador puede repetir la dosis sorpresa que operó en la Secretaría de Educación Pública y proponer para Sinaloa un candidato extremadamente desconocido, total, lo que cuenta para el presidente es no mentir, no robar y no traicionar.

Por otra parte, las declaraciones del presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Sinaloa, Jesús Valdés, en relación con quien será el o la candidata de MORENA, pueden ser un detonante que movió el orden de aparición de las designaciones de candidatos, especialmente en Sinaloa.

Sergio Torres y los otros posibles candidatos a la gubernatura están viendo con mucha atención quien saldrá por la puerta de la oficina de MORENA con el nombramiento oficial, en esos momentos empezará la guerra de intereses y desprestigios -lo cual no es novedad- eso es lo esperado.

Los y las interesadas en la silla de la gubernatura en Sinaloa por MORENA, tendrán que despedir a sus empleados y dejar de gastar en ilusiones, los costos indirectos y subrepticios de una precampaña son elevados. Felicidades anticipadas a la o el ungido el día de mañana, unos a dormir tranquilos y otros al insomnio.