Por David Uriarte /
En el preludio de las verdaderas campañas políticas rumbo a las elecciones de junio de este año, Sinaloa forma parte de los quince estados con elecciones concurrentes. Por lo tanto, los nombres y rostros tienen que emerger del mar turbulento de ganas, deseos y compromisos por servir a la sociedad tanto en la política de representación como gubernamental, es decir, o levantan la mano para el Congreso Estatal o Federal, o para gobernar el Estado o un Municipio.
La pesca primero de los partidos y después de la sociedad, será un ejercicio de libertad democrática donde hoy más que nunca hay muchas opciones. Poco a poco van encajando las piezas y dando forma a la geografía política donde ya hay decisiones con rostro: Rubén Rocha Moya, Sergio Torres Félix y Mario Zamora Gastélum, ya están encarrilados; se acercan al carril de salida algunas mujeres como la Magistrada con permiso Lucila Ayala de Moreschi; y Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien -hasta este día- no se sabe bien a bien si se irá por la candidatura en común, o se enfilará a su propio carril partidista.
También hay nombres y rostros de políticos encarrilados por las diputaciones federales y estatales, sigue habiendo vacíos que se llenan con especulación y supuestos, pero no pasa el siete de marzo para cuando esté prácticamente completo el mapa geopolítico con nombres y rostros: unos muy conocidos, otros polémicos y otros mundialmente desconocidos.
Las sorpresas -si se les puede llamar como tal- serán las figuras representativas en los nuevos partidos, aquellas mujeres y hombres que al no haberlas tomado en cuenta o no haberles cumplido las promesas, han optado por aceptar los primeros lugares en los nuevos partidos, y eso se verá esta semana, a más tardar la próxima.
Los nombres conocidos e implantados en partidos con buena marca serán materia de polémica por su origen partidista, su trabajo político-administrativo y su potencial para remontar los contrincantes internos y catapultarse como triunfadores con la mira en el 2024. Lo bueno, es que marzo es el mes de las definiciones, inicio de campañas y en máximo 90 días habrá terminado la pesadilla de muchos.
