Por David Uriarte /

Plantar arbolitos o entregar despensas, es una palmada al verdadero sufrimiento de los pobres. La carta fuerte de la baraja de la oposición es la gestión, es encabezar las luchas por un verdadero bienestar.

Estar al otro lado del escritorio, en la silla del que pide, deja en marcada desventaja a la oposición, no tiene fuerza asegurada, mucho menos palabra de honor en tanto a pesar de ser justas las peticiones que encabeza, el que resuelve es el Gobierno, y él sabrá cómo, cuándo y a quién o quiénes.

A la oposición le llevará tiempo aprender el cómo de las cosas, es decir, cómo obtener buenos resultados clientelares con el menor de los esfuerzos y desgaste o devaluación política.

Los políticos prófugos de la calle, hipersensibles al calor sofocante del verano eterno del Pacífico, tendrán que conformarse con los resultados magros de un trabajo confortable desde el escritorio. El poder de la gestión política tiene varias vertientes, y una de ellas es el trabajo de campo, el conocimiento de la realidad desde la experiencia cercana, el calor de la carencia tiene una temperatura diferente.

La oposición tendrá que acuñar en su nuevo diccionario conceptos como esfuerzo y resultados, hoy no se pueden perder en el esfuerzo extremo y extenuante cuyos resultados representan la burla de los beneficiados, es decir, muchos arbolitos plantados, muchas despensas repartidas y la retribución del votante prácticamente nula.

La carta fuerte por no decir que la única carta de la baraja resolutiva de los partidos de oposición, es la gestión, y los tres principales problemas sociales que tienen que gestionar son la economía, la seguridad y la salud. Gestionar un mejor ingreso, una estrategia de seguridad pública, y tranquilidad a los sobresaltos propios de una salud amenazada, son los temas sensibles en una sociedad como la mexicana.

El recuerdo del rostro o las siglas del partido el día de la votación, saldrán de una cartera contenta porque anida reservas económicas, saldrá de una percepción de seguridad al transitar por las calles, saldrá de la seguridad de obtener atención médica de calidad cuando la salud se quebrante. Gestión es la carta fuerte de la oposición.