Por David Uriarte /
El sistema de salud en México tiene una deuda con los enfermos duales, aquellos enfermos del cuerpo y del bolsillo.
Los pobres y los ricos tienen infecciones, parásitos, tumores, enfermedades de la sangre, metabólicas; trastornos mentales, enfermedades neurológicas, de los ojos, de la circulación; del aparato respiratorio, del sistema digestivo, de la piel, de los huesos y músculos; del sistema genitourinario, con los ricos y pobres hay embarazos, partos, malformaciones congénitas… en fin. Se enferman pobres y ricos con una diferencia abismal: los ricos tienen muchas opciones de tratamiento, hospitales privados aquí o en el extranjero; los pobres, hospitales públicos.
Lo bueno es que en este régimen de gobierno el lema es “primero los pobres”, lo no tan bueno son las estrecheces de los servicios hospitalarios de segundo y tercer nivel, desde la administración hospitalaria hasta los servicios de consulta de primer nivel, gabinete y laboratorio de análisis clínicos, los hospitales públicos a cargo de la secretaría de salud, el Instituto de Salud para el Bienestar, o los subsidiados por el gobierno del estado como el Hospital Civil de Culiacán, y en parte el Hospital Pediátrico de Sinaloa, sufren carencias originadas en la falta de recursos económicos.
La verdad hay que decirla, una cosa es el recurso humano especialmente el servicio médico y de enfermería, y otra cosa es la infraestructura, el material y equipo, es decir, de poco sirven los médicos y enfermeras bien capacitados, si carecen de lo esencial para su buen desempeño profesional y en consecuencia para resolver los problemas de salud a la población más vulnerable.
Por ejemplo ¿Qué sería del Hospital Civil de Culiacán sin el apoyo del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS), y en su momento por el patronato que presidió Jesús Vizcarra?
Como decía Facundo Cabral ¿Qué es un general desnudo? ¿Qué sería del Hospital Civil si los apoyos adyacentes, sin el servicio de imagenología donde se encuentra la Resonancia Magnética, uno de los pocos equipos de esta naturaleza diagnostica que existen la ciudad, o sin la presencia de los especialistas y subespecialistas proporcionados por la UAS?
Los hospitales públicos o subsidiados por el estado tienen una gran ventana de oportunidad para cumplir con la premisa de “primero los pobres”.