Por David Uriarte /
Más conocido como el zar de la carne, Jesús Vizcarra Calderón, es un sinaloense ejemplar visto desde la óptica del emprendurismo, es decir, un hombre trabajador desde su niñez, su obsesión por el control de los procesos y la calidad de los mismos, lo han mantenido en la cumbre como empresario ejemplar.
Todos o casi todos conocen dos facetas de Jesús Vizcarra, el empresario prominente y el político disruptivo, sin embargo, la cara humana pocos la conocen.
En el tema de la política, hay aristas desconocidas por muchos, Jesús Vizcarra comulga en gran medida con el pensamiento de Andrés Manuel López Obrador en relación a la deuda con los más desprotegidos, con los pobres y la pobreza, algo parecido a lo que le pasa al ingeniero Carlos Slim, amigo del presidente desde hace más de tres décadas.
Hay quienes piensan o creen que personas como Slim o Vizcarra son insensibles a la realidad social, para conocerlos hay que escucharlos, platicar con ellos y entender o conocer los canales de ayuda social que mantienen de manera discreta y a veces de manera secreta.
Si en el tema de la política Vizcarra tiene proclividad a cerrar la brecha social entre los que tienen mucho y los que tienen poco o no tienen nada, en el tema del humanismo y la solidaridad, las ideas las convierte en acciones: desde su llegada al patronato del Hospital Civil de Culiacán, Vizcarra transformó el espíritu de servicio de los trabajadores, incorporó tecnología de punta en el área de imagenología y laboratorio clínico.
Su amistad con científicos de la talla de Jesús Kumate, la capitalizó en bien de los sinaloenses, se dio cuenta que la salud es una asignatura pendiente para todos, especialmente para los que menos tienen; fundó Salud Digna con el propósito de llevar servicios de prevención y diagnóstico a la población mexicana, a precios accesibles, y una atención y equipo de calidad.
A casi 20 años, Salud Digna es una institución de asistencia privada creada por la Fundación Vizcarra, con 159 sucursales en el país y una en el extranjero, la dirección médica siempre ha estado a cargo del Dr. Humberto Gómez Campaña, hombre de todas las confianzas de Jesús Vizcarra.
El zar de los productos cárnicos un día desayuna en Los Cabos con un empresario y otro día cena con un embajador en España, la cara de la filantropía que muchos desconocen.