La modernidad del siglo XXI nos ha regalado a los seres humanos oportunidades que apenas hace 200 años eran impensables o imposibles. Los avances en medicina, tecnología, psicología, educación y ciencia en general vienen a hacernos más fácil la vida, sin embargo, a la par de esto viene la constante y excesiva preocupación por tener la mejor vida, los mejores aparatos (celulares, iPads, carros, computadoras), las mejores fotografías, las mejores experiencias, etc., con la valida esperanza de encontrar algo de bienestar o felicidad en ello.

Laurie R. Santos es una psicóloga y científica cognitiva estadounidense, profesora de la Universidad de Yale, que se ha dedicado durante algunos años a estudiar la felicidad, de hecho ofrece un curso en ésta misma universidad titulado: Psicología y la buena vida. A lo largo de sus estudios la científica ha podido descubrir que la felicidad consta de dos aspectos básicos y esenciales que son el aspecto emocional y el aspecto cognitivo. El primero se refiere a las emociones positivas que experimentamos las personas como alegría, entusiasmo, esperanza, amor, motivación, reírse, etc.; el segundo aspecto tiene que ver con lo que las personas pensamos sobre nuestra felicidad y en general sobre nosotros mismos, sobre nuestro aspecto físico, nuestras capacidades mentales, profesionales, deportivas, académicas, entre otras… Así como ¿qué tan satisfechos estamos con nuestra vida? en cada uno de esos aspectos. Por lo tanto, a quien le interese maximizar su felicidad deberá reflexionar acerca de cómo anda en estos aspectos y realizar las mejoras que considere necesarias.

La llamada “ciencia de la felicidad” se dedica a estudiar a gente feliz, es decir, se interesa por saber que hacen estas personas y cómo piensan. Los investigadores han podido enumerar cuatro características que posee la gente feliz:

1. Dedican tiempo a socializar, pero esto no se refiere solo a reunirse para contar el ultimo chisme o andar de fiesta, sino más bien a realizar una acción buena por los demás, a llamar a alguien a quien hace mucho no llamaban, realizar buenas acciones en el entorno social donde se vive, como ayudar a cruzar la calle a un anciano o a participar en eventos sociales en beneficio de alguna asociación;

2. El poder de la gratitud, la gente feliz es gente agradecida, que se enfoca más en lo que tiene que en lo que le hace falta, claro que estas personas al igual que todos nosotros tienen problemas, pero llevan su atención a valorar cosas como tener una familia, amigos, esposo (a), salud, vida, sueños, aspiraciones, metas, etc.;

3. Hábitos saludables de ejercicio y sueño, las personas felices procuran dormir suficientes horas como para darle la oportunidad al cerebro y al organismo en general de mantener la homeostasis interna, son personas que gustan de hacer ejercicio o caminatas de manera frecuente;

4. Se toman tiempo para ser conscientes del momento presente, practican por lo menos unos pocos minutos al día Mindfulness un tipo de meditación que consiste en llevar nuestra atención de manera intencional a lo que hacemos, sentimos, pensamos, escuchamos, olemos u observamos sin juzgar lo que ocurre, sino sólo siendo conscientes de la experiencia. De esta manera y con la práctica se logra aquietar la mente aturdida de responsabilidades, compromisos, problemas, estrés, ansiedad, etc.

Con lo anterior la ciencia viene a mostrarnos unas recomendaciones que las personas ya sabemos de manera intuitiva pero que poco caso le hacemos; no hace falta tener dinero, posición social o título universitario, ni siquiera mucho tiempo para realizarlas; como dice la psicóloga Laurie Santos “No se trata de estar sonriente y positivo todo el tiempo, sino en ser agradecido con lo que tienes, aceptar lo que tienes y ser parte de una comunidad o grupo en la que te sientas unido (a) con la gente”. Eso dice la ciencia.