Por David Uriarte /

La felicidad es la ausencia de miedo, esta frase no está diseñada para discutirse, simplemente es parte del legado que nos dejó Eduardo Punset Casals, fue un escritor, político, divulgador científico, presentador televisivo y economista español.

Cualquier definición conceptual que alguien tenga, es válida, en este caso, la de Eduardo Punset toma vigencia en los momentos de dificultades en los países que están en guerra, o los lugares donde la ola de violencia no deja descansar la conciencia particular y social.

Si la felicidad es la ausencia de miedo, la pregunta es ¿Quién no tiene o experimenta miedo en los momentos de inseguridad? ¿Puede haber ausencia de miedo en un lugar donde las noticias de inseguridad y muerte son constantes?

La conclusión es evidente, la felicidad se extingue rápido cuando se escuchan las sirenas de ambulancias, carros de bomberos, o patrullas, que van al lugar de los hechos para recoger heridos, apagar incendios, o perseguir delincuentes.

A veces la escena es distinta cuando al pasar se observa el silencio del trabajo del personal del servicio médico forense o la presencia de carrozas de ciertas casas funerarias: si hay miedo no hay felicidad.

El miedo modifica la conducta, muchas personas que hacían ejercicio en los parques públicos, dejaron de hacerlo por el miedo a ser asaltados, personas que sacaban sus hijos a pasear a ciertos lugares recreativos, dejaron de hacerlo por miedo a una bala perdida, comensales que inundaban las carretas de tacos o los restaurantes, ahora privilegian el servicio a domicilio por el miedo a estar en el lugar equivocado a la hora de la comida, el miedo se está convirtiendo en el modificador de la conducta social.

La felicidad como tal, al margen de cualquier definición, es parte del sentido de vida, es parte de las emociones placenteras que busca vivir cualquier humano, cuando entre la felicidad y la persona interfiere el miedo, las cosas cambian tomando rumbos de malestar, incluso de enfermedad mental como la ansiedad, la depresión, el estrés postraumático, o los ataques de pánico.

La ausencia de miedo es un estado ideal del humano derivado de la seguridad, sentirse seguro/a en la relación de pareja, en la familia, en el trabajo, en la vía pública, en la economía, en la espiritualidad, en fin… La seguridad es la contra del miedo, por eso, la felicidad es la ausencia de miedo.