Dr. David Uriarte

Por David Uriarte /

Hay dos formas de interpretar la última lectura, una en forma literal, lo último que leíste en el año 2024, y la otra, lo último que leíste como significativo, la interpretación, o el significado, aquello que marcó tu vida o por lo menos tu recuerdo.

La afición por la lectura es relativamente baja, muchos leen en la etapa de formación académica, otros siguen leyendo por la naturaleza propia de sus actividades, otros lo hacen por necesidad de estar actualizados, otros más como parte de su rutina social, algunos sólo por el uso de redes sociales, lo hacen como parte de su entretenimiento.

La lectura en general ocupa un espacio relativo en las prioridades humanas, desde la teología hasta la ciencia, la lectura se diluye en una sociedad que siempre busca contenido satisfactorio.

Hay personas que simplemente no les gusta leer, su fuente de conocimiento y aprendizaje se deriva de la experiencia, el ejemplo, o la escucha activa. Otros leen, pero no retienen o no comprenden, en fin… el tema de la lectura está ligado al aprendizaje, hay profesiones donde la lectura es la base de la habilidad como en el caso de la medicina y el derecho.

Hay personas prófugas de la lectura, pero con una gran capacidad para entender, con sabiduría, aunque intelectualmente su inteligencia esté limitada.

Los aficionados a la lectura de textos cuyo contenido es la fuente de su inspiración de vida, buscan todos los días satisfacer su sed de lectura con el sabor y el toque que les despierta por la mañana o los motiva por la noche.

Los propósitos de muchas personas para enfrentar el nuevo año, incluye estimular el hábito de la lectura, se compran uno o más libros o se prometen dedicar cierto tiempo de su día a leer en los dispositivos digitales, sin embargo, a veces sólo se queda en buenas intenciones, se convierten en recopiladores de libros y aprenden a memorizar los títulos.

La última lectura del año pudieran ser estas líneas, eso significa un interés particular por saber o conocer más de la forma de pensar de otros, por informarse de fuentes diferentes, críticas, incluso opuestas a la forma tradicional del pensamiento propio, lo importante es desmenuzar el contenido buscando la ‘vitamina informativa’ que fortalezca el hábito y satisfaga la sed de saber más, incluso de aprender de las diferencias o divergencias del pensamiento.

La última lectura del año puede ser la conexión entre desconocidos que así conocen.