Por David Uriarte /
Los mexicanos tienen al vecino que unos odian, otros lo admiran, y otros le tienen miedo. El odio nace de las acciones racistas, de los golpes físicos y emocionales que les da a los migrantes, a los trabajadores que sólo quieren ganar con el producto de su esfuerzo para llevar algo a la mesa de su familia y si se puede, enviar algo a de dinero a México.
Otro grupo de mexicanos, admiran al Presidente Trump, dicen que por fin llegó un presidente firme, fuerte, decidido, capaz de defender con toda la dignidad estadounidense y de sus aliados estratégicos; la admiración tiene su cuota de destrucción y muerte, tiene que ver con el poderío bélico del país que gasta más en la guerra que en los servicios de salud a su población, su prioridad es la defensa de su soberanía y las muestras de su capacidad destructiva.
El grupo de personas que le tienen miedo, analizan el riesgo que implica ser su vecino o vivir en su territorio, los mexicanos, sobre todo aquellos que viven en la franja fronteriza -pueden imaginar un tanto de manera paranoica-, el riesgo que implica un ataque de Irán al territorio estadounidense. Si estos ataques se dan en la parte central y norte del territorio estadounidense, tal vez no pase nada, pero si los ataques se dan en ciudades como San Diego California, o en el estado de Arizona o Texas, las secuelas pueden se letales.
De la idealización a la devaluación, es el rango de afectos de muchos mexicanos al Presidente Trump; se necesita una mente como la del Presidente Trump para tener al mundo con insomnio, con los ojos abiertos todo el día, con la incertidumbre de no saber a qué hora dará el martillazo… ya dio uno a la media noche en Irán.
Las operaciones secretas involucran países aliados que pueden recibir represalias por el país dañado, México no está involucrado en el conflicto bélico, sólo paga el pecado de la vecindad, aunque el riesgo es mínimo, da para estimular las mentes ansiosas de muchos mexicanos que ya están sufriendo crisis nerviosas por los ataques de estados unidos a Irán, en una defensa a Israel, que muchos no logran entender.
La vecindad con Trump, tiene diferentes dimensiones, su vecino del norte, Canadá, tiene sus preocupaciones arancelarias y ahora sus preocupaciones derivadas de los ataques a Irán y sus posibles consecuencias; sus vecinos del sur, México, también.
Este es el precio de tener este vecino.