Por David Uriarte /

Los profesores siempre o casi siempre tienen conflicto sólo con uno o dos alumnos de un grupo de treinta, los patrones también tienen problemas con uno o dos empleados de cada veinte trabajadores, lo mismo les pasa a los padres de familia, a veces sólo tienen problemas de conducta con uno de sus hijos.

En el estudio de la salud mental, los trastornos disruptivos del control de los impulsos y de la conducta, agregan una patología llamada trastorno negativista desafiante (TND) en adultos, se caracteriza por conductas desafiantes y desobedientes hacia los demás. También se caracteriza por la desregulación de las emociones.

Estas personas negativistas son discutidoras con los adultos o las figuras de autoridad, se niegan a cumplir las peticiones, instrucciones o las reglas de convivencia o laborales, son proclives a culpar a otros de sus errores, por lo regular son rencorosos o vengativos; se molestan con facilidad, tienen poca tolerancia a la frustración, parecen niños berrinchudos, cambian con frecuencia de humor.

Se les dificulta mantener un trabajo como tal, son los clásicos y típicos trabajadores problemáticos que siempre anda defendiendo el sindicato, o algún compañero, se les dificulta mantener un trabajo estable, casi siempre refieren tener problemas familiares, en el trabajo, y en la sociedad.

En las empresas o instituciones donde el número de empleados es numeroso como en las universidades públicas, los sindicatos de maestros, instituciones de salud pública o gobiernos municipales, estatales o federales, las personas con trastorno negativista desafiantes, son los que manchan la imagen institucional, es decir, no son ellas las que representan realmente a las instituciones y sus nobles funciones u objetivos sociales, pero a veces, son las que dan la cara ante los usuarios o derechohabientes.

Los líderes sindicales, realmente no batallan con los agremiados trabajadores, batallan con los enfermos mentales que se infiltran, generando problemas serios entre las autoridades o patrones y la clase trabajadora, como reza el dicho, -una mala res descompone el rancho entero-.

Si eres una persona negativista desafiante, necesitas ayuda psicoemocional, no necesitas un líder sindical que te apoye, necesitas un diagnóstico y un tratamiento; si eres un líder sindical o un patrón que soporta este tipo de enfermos, les urge un especialista en salud mental.