Por David Uriarte /
Entre la sociedad y el gobierno o el régimen político que administra la nación, no existen conflictos como tal, lo que existe son perspectivas diferentes. Mientras gran parte de la sociedad asegura sufrir las consecuencias de un sistema de salud deteriorado o enfermo, las autoridades de Salud insisten en su funcionalidad.
Si bien, es cierto que ya no son tan radicales como lo fue el presidente López Obrador, al decir de manera tajante que México tendría el mejor Sistema de Salud del mundo, para muchos esto fue una vacilada, para otros una ofensa, y para la Secretaría de Salud un compromiso sin cumplir.
La perspectiva de AMLO en temas como la salud, la seguridad, la educación, y la seguridad, se mantuvo fuera del rango de la percepción social, específicamente de los más vulnerables por su enfermedad o por su pobreza.
Al terminar su régimen, muchos imaginaron que la Presidenta Sheinbaum tendría otro discurso, pero no fue así, la presidenta insiste en las bondades del sistema de salud, pese a las evidencias de sus limitantes tanto en infraestructura, medicamentos, material de curación, y recursos humanos.
Otra vez, perspectivas distintas, el gobierno piensa una cosa y los derechohabientes otra.
El gabinete de seguridad encabezado por el Secretario García Harfuch, canta sus logros, los golpes asestados al crimen organizado, a los grupos delictivos y a la delincuencia en general, son la mejor evidencia del trabajo conjunto, organizado, y coordinado, donde la SEDENA, SEMAR, GN, SSPC, la Fiscalía General de la República, y el Centro Nacional de Inteligencia, están haciendo el mejor esfuerzo por abatir los índices de inseguridad.
Sin embargo, la percepción de la sociedad no siempre coincide, son perspectivas distintas, a las madres buscadoras o los colectivos por los desaparecidos, no se les puede pedir que perciban igual que las autoridades y el gobierno.
La economía y el empleo son otro tema donde las perspectivas del gobierno y las perspectivas sociales divergen, mientras se afirma que México tiene una economía sólida, estados como Sinaloa viven el desempleo en forma preocupante, ¿Preocupante para quién? Para los despedidos, para las familias que asocian trabajo con seguridad social como servicio médico y vivienda.
La realidad es la misma, pero los afectados sienten distinto por eso son perspectivas distintas.