Por David Uriarte /

Muchas personas no encuentran el lugar o el momento para sentir tranquilidad; puras mortificaciones. Se mortifican por sus padres, por sus hijos, por su familia, por la sociedad, por ellos mismos, todo por la inseguridad, y la violencia local, regional, nacional y mundial.

Una ciudad puede estar en relativa calma, pero transportarse por las carreteras en transporte público o en vehículo particular representa una verdadera hazaña; utilizar el transporte aéreo, ahora está restringido, dos vuelos de Aeroméxico salieron de la ruta CDMX-Culiacán, producto de la protección sindical a sus agremiados en esta plaza, todo por la inseguridad.

Todos los días se ven los resultados del trabajo conjunto de las instituciones integrantes de la mesa de paz y seguridad, la Marina, la Defensa, la GN, la SSPC, la FGR, y las policías locales, en trabajo conjunto. Los resultados son: incautación de camionetas blindadas, rifles de alto poder, miles de municiones, artefactos tipo ponchallantas y explosivos de manufactura casera, equipo táctico, y decenas de detenciones, también bajas como resultado de los enfrentamientos.

Las mortificaciones las viven todos, el gobierno y los gobernantes hacen lo propio para contener la ola de violencia, las corporaciones policíacas y sus mandos viven entre el riesgo real de morir en el fuego cruzado, y dar resultados esperados por los gobernantes y la sociedad.

Los empresarios buscan permanecer con sus negocios, pero si es posible, irse a vivir a otras ciudades u otros países donde la seguridad pueda hacerlos vivir en paz a ellos y sus familias. Si los que producen el dinero (los que pagan impuestos), y los que lo gastan o reparten (gobierno), viven con mortificaciones… imaginemos los trabajadores de a pie, los que tienen que esperar el transporte público para ir a trabajar, los que tienen que llevar a la escuela a sus hijos, los millones de desempleados sin ingresos, pero con necesidades básicas que satisfacer.

Los buenos vecino se mortifican por saber o desconocer las actividades de sus vecinos, los vecinos con actividades ilícitas se mortifican por no saber en qué momento pueden ir por sus vidas o sus bienes.

Puras mortificaciones viven las personas informadas, saber el saldo de las guerras y la violencia no es satisfactorio. Sólo hay un grupo reducido de personas con menos o pocas mortificaciones, aquellas que no quieren saber nada de lo que está pasando.