Por David Uriarte /
En los casi cien años de vida del organismo intermedio, la Cámara de Comercio Servicios y Turismo de Culiacán (CANACO Servytur), vivió en el ‘limbo’, con ciertos repuntes o destellos que la visibilizaban socialmente, y con una pregunta constante de los comerciantes: ¿Para qué me sirve estar afiliado a la CANACO? Y con otra pregunta eterna del organismo: ¿Por qué no se afilian los comerciantes?
Desde el siglo pasado, más que un estancamiento, la CANACO Culiacán experimentó un decremento en sus afiliados en relación al padrón de comerciantes que hay en el municipio, en el mejor de los casos, el número de afiliados actualmente apenas ronda el diez por ciento del total, incluso hay giros comerciales que ni siquiera tienen representante ante el organismo.
Las expectativas de los afiliados y no afiliados al organismo camaral, están puestas en su nuevo presidente, el Dr. Jesús Antonio López Navarrete, comerciante visionario cuyo grado de compromiso con el gremio se medirá en los hechos: resucitar la CANACO Culiacán.
Desde que tomo la rienda del organismo, se le ve muy activo, por un lado, ya cuenta con la experiencia que le dio estar como miembro de la mesa directiva en las dos últimas presidencias.
Por otra parte, le está invirtiendo tiempo y dinero de su propio bolsillo. Se necesita invertirle tiempo a las reuniones administrativas, a las relaciones intercamarales, a escuchar a los socios y sus problemáticas, a gestionar y buscar soluciones de los agremiados, y a construir relaciones sanas y funcionales con los diferentes órdenes de gobierno… Sin olvidar la importancia de fortalecer las relaciones con sus pares en Mazatlán, Salvador Alvarado, Guasave y Ahome.
Por lo pronto, López Navarrete trajo al Presidente Nacional de la CANACO para vestir el inicio de su periodo como presidente, logró la presencia del gobernador Rocha Moya, y del presidente municipal Estrada Ferreiro, ojalá que no se trate de un destello fugaz que se opaque con más de lo mismo.
Mantener viva la Cámara de Comercio Culiacán, requiere hechos no dichos. La fortaleza del organismo no depende de las declaraciones de su Presidente, depende de su unidad, de la convergencia de voluntades de todos los comerciantes de la capital sinaloense. Este es el reto de López Navarrete.