David Uriarte / 

La idea es coincidir de alguna manera, aunque sea en lo mínimo, con el ánimo de abonarle a la resolución del conflicto UAS-GOBIERNO, dejando de lado el discurso de la autonomía y los fraudes, buscando el “como si”, desterrando del lenguaje los adjetivos que califican a los universitarios y sus autoridades como facciosos, y al gobierno y sus instituciones de represoras, golpeadoras, o cualquier otro calificativo que desvirtúe las funciones sustantivas.

La historia nos ha enseñado que los pleitos o diferencias entre las Universidades Públicas y el Gobierno, no dejan absolutamente nada bueno para nadie, en un cuento de perder y perder, pierde la institución educativa, pierde el Gobierno, y pierde la sociedad.

Un ejemplo del pleito por el poder lo acaban de exhibir el gobernador de Nuevo León Samuel García, el Congreso del Estado neolonés, el Supremo Tribunal de Justicia de la Nación, y el partido Movimiento Ciudadano.

Detrás del polémico conflicto donde se llegó a decir que existieron tres gobernadores en menos de una semana, están los posicionamientos políticos del partido en el poder y la oposición, sin dejar de ver la mano que mece la cuna desde palacio nacional.

En Sinaloa existen condiciones políticas para superar el conflicto entre la UAS y el Gobierno, no se deben juntar o empalmar más conflictos que supongan un esfuerzo extraordinario y un desgaste para el Gobierno, la distensión o reducción del conflicto depende de las voluntades de ambas partes. Ni se trata de exhibir el músculo institucional del Gobierno, mucho menos la capacidad bélica de miles de jóvenes y adolescentes cuya testosterona está en su máxima expresión sanguínea y se puede expresar de distintas formas, desde los gritos e insultos, hasta la inmolación por causas sublimes para el entendimiento juvenil.

Sea o no cierto, el cenotafio que se encuentra en una de las apuestas principales del edificio emblemático de la UAS, guarda una llamada de atención constante al Gobierno en turno sobre los excesos de las fuerzas policiales, la sociedad no soportaría una tragedia o una desgracia de esta naturaleza una vez más, la sociedad lo que quiere es una Universidad que siga con su devoción académica, y un gobierno que siga por el camino del respeto como siempre lo ha hecho.

Esta Nochebuena puede ser la mejor Navidad para todos: UAS, GOBIERNO, y SOCIEDAD.