Por David Uriarte /

Antes se creía que los perros no necesitaban terapia psicológica, hoy las cosas han cambiado, hay centros especializados de atención emocional a mascotas. Si esto sucede en los animales irracionales, imaginemos lo importante de la psicología en los humanos.

La negación es el primer dato de la necesidad, y en este sentido, miles de personas se niegan a buscar ayuda psicológica por pensar que la terapia consiste en recibir consejos. Nada más alejado de la realidad, la psicoterapia no son consejos, no son juicios ni son alianzas… si fueran consejos, las abuelitas fueran psicoterapeutas; si fueran juicios o alianzas, perdería la esencia sanadora.

La psicoterapia tiene que ver con la conciencia honesta de lo que se tiene o siente para ser feliz, no con lo que no se tiene o siente; se parte de lo que hay para aspirar a resolver la “dolencia” emocional, lo que no se tiene puede ser consecuencia de no saber qué hacer con lo que se tiene.

Por otra parte, no todos los psicólogos son clínicos, es decir, ser psicólogo es una cosa y ser psicólogo clínico es otra, y ser psicoterapeuta otra. Así como los abogados se especializan en resolver problemas penales o civiles, así los psicólogos se especializan en resolver problemas educativos, sociales, laborales o clínicos.

Si el problema del estudiante es que no aprende o no pone atención, la psicología educativa puede ser el camino; si una institución necesita resolver su clima laboral, esa es tarea de la psicología organizacional; si lo que hay que entender o resolver son conflictos sociales, ese es terreno de la psicología social; pero si hay depresión, ansiedad, o crisis por cualquier causa, sin duda lo que hay que buscar es a un psicólogo clínico.

Tocar la conciencia de la persona es tarea de la psicología que busca sanar de las emociones o impulsos a las personas, aquellos que llevan varios intentos de vivir en pareja y no pueden, o aquellos que su vida se les escapa por la vía de la infidelidad persistente, en fin… La psicología, al margen de su carga ideológica o incluso dogmática, lo único que le ofrece a la persona, es un remanso de paz y tranquilidad. El control de la emociones, primer dato de salud mental.