Por David Uriarte /

Como muchos en la historia política, el Secretario de Educación Pública y Cultura de Sinaloa, se quedó en la raya a punto de ser nombrado precandidato de la alianza PAN, PRI y PRD, a la gubernatura del estado.

Con antecedentes de trabajo en el gobierno federal, académico de prestigio, ubicado como un buen prospecto para la administración pública y la política electoral, Juan Alfonso Mejía descansa en la espera de ser llamado por cualquier fuerza política.

Gracias a la prudencia propia de un hombre experimentado en las grandes ligas -sino, revisen su currículo de vida laboral y académica tanto en el país como en el extranjero- Juan Alfonso camina sembrando amigos y evitando discordias.

Trabajar en el sector educativo donde se tiene un pie en el estado y otro en la federación, requiere de buen control de las emociones y buen control de los impulsos para poder articular una conducta conciliadora, tratar con los líderes sindicales de la educación, con carencias propias de un gobierno que va de salida y una efervescencia política que le salpica, es trabajo más que interesante.

Es posible y es probable, que Juan Alfonso sea requerido por alguna de las fuerzas de la alianza para ocupar alguna candidatura a una diputación local o una presidencia municipal, esto se sabrá dentro de unas semanas.

Mientras esto sucede, el proceso electoral avanza y la criba partidista va dejando en el camino cuadros valiosos que no cupieron o no dimensionaron como potenciales ganadores.

Si Juan Alfonso Mejía es requerido como candidato por algún distrito electoral local en el sur de Sinaloa, deberá hacer gala de sus habilidades conciliadoras para no confrontarse con algunos líderes de partidos nacionales y locales.

Si es cierto que sabe ser agradecido, deberá suavizar las diferencias propias de una contienda donde sólo hay espacio para uno aunque lo busquen muchos… en las contiendas electorales siempre alguien sale raspado políticamente.

De no darse esta posibilidad, Mejía López de seguro ya está hilvanando su próxima participación en ligas mayores. Planeación es algo indispensable en estos menesteres y todo indica que, para eso, Juan Alfonso es bueno.