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Por David Uriarte

El amor y la amistad son vínculos parecidos pero diferentes. El amor como expresión humana de compromiso con algo o alguien, tiene muchas clasificaciones, sin embargo, el amor romántico ocupa un lugar preponderante en el pensamiento del que ama y en el pensamiento del que no ama.

El que ama construye expectativas de reciprocidad, esta puede ser la raíz del sufrimiento cuando no hay correspondencia equivalente en la expresión romántica del ser amado.

El amor romántico surge en el cerebro, pero se expresa con diferentes significados psicológicos y emocionales según los aprendizajes personales, las confusiones más frecuentes son aquellas donde no es amor, es enamoramiento, o bien, apego, incluso el deseo sexual puede traslaparse con la sensación equivocada de amor romántico.

La substancia química y la estructura cerebral que participan en la construcción del amor es la dopamina y el núcleo caudado, la sobrecarga de dopamina en el núcleo caudado, es el horno donde se cuece el amor romántico.

A veces es difícil entender que las emociones y los sentimientos que dirigen la conducta de acercamiento a una persona, deriva de una serie de cambios en el cerebro y de una serie de aprendizajes propios de la cultura donde se crece y se vive.

Las grandes tragedias pueden derivar del desamor, de la ruptura amorosa, de las expectativas no cumplidas por la otra persona, el espectro del sufrimiento puede ir desde la tristeza, pasando por la depresión, hasta la conducta catastrófica suicida.

La felicidad puede tener como pilar principal al amor romántico, la persona que ama y se siente amada, puede vivir una experiencia sublime y suprema, la satisfacción de la vida puede descansar en el amor correspondido.

Por su parte, la amistad también es un vínculo tan poderoso como el amor, sin embargo, en la amistad como tal no prevalece el erotismo como elemento complementario del mismo, la amistad implica confianza y solidaridad, la amistad suele contaminarse con el interés, una amistad interesada no puede ser una amistad sana.

A veces la sociedad le da más espacio al concepto de amor romántico dejando en segundo término a la amistad, en cierto sentido tienen razón porque el amor subsume a la amistad cosa que no sucede con la amistad, es decir, la amistad no subsume al amor romántico como tal.