Por David Uriarte

El rumbo de México es dinámico, nadie puede asegurar con exactitud qué pasará o cómo será México al término del presente régimen de gobierno. Hay temas puntuales como la seguridad pública, la economía, la salud y la educación, sin dejar de lado las comunicaciones, el transporte y las relaciones internacionales… todos los temas al final del día tienen que ver con el régimen político, con las ideas, principios o dogmas de quien ejerce el verdadero poder en México, de quien dependen las decisiones que afectan la vida de los mexicanos: el Presidente de México.

Los anhelos de la especie humana dependen obviamente de la vida, la salud y la libertad principalmente, después aparece la economía y a la par la educación, los movimientos migratorios tienen que ver con la búsqueda del bienestar, nadie escapa de su tierra por tener la vida resuelta, escapan por falta de dinero o por miedo a perder la vida o la libertad.

Entonces, cada vez que los líderes de distintos países presumen de las remesas de sus paisanos en el extranjero, lo único que están presumiendo es la pobreza y las condiciones de riesgo de su propio país.

El rumbo de México es incierto a pesar de las afirmaciones de los expertos en política internacional, mientras los municipios o poblaciones de nuestro país sigan apareciendo en la relación de ciudades más violentas del mundo como ha sucedido en los últimos diez años, no se puede afirmar que México es un país seguro para vivir, transitar, o para invertir; el riesgo de perder la vida o el patrimonio es uno de los indicadores de paz y bienestar.

Hay dos formas de poner la mano, con la palma hacia arriba en modo “dame”, o con la palma hacia abajo en modo “te doy”, este es el verdadero dilema de México, ¿Cuántas son las manos con las palmas hacia arriba, y cuantas son las manos con las palmas hacia abajo?

Todos los que piden tienen la palma de la mano hacia arriba y todos los que dan, tienen la palma de la mano hacia abajo, mientras prevalezca la cultura o la ley del menor esfuerzo, México estará enseñando a sus hijos la mendicidad y el odio al que tiene.

Con estas políticas ¿Cuál es el rumbo de México?