Hay una diferencia entre estar solo y sentirse solo, lo primero es externo y lo segundo es interno; hay gente que cree que es lo mismo o que no existe diferencia alguna entre uno y otro, pero si alguna vez te ha pasado, sabes que puedes estar rodeado de gente y aún así sentirte solo, a pesar de saber que tienes a tus amigos, tu familia, tu pareja e incluso tu mascota. La sensación de estar solo está bastante relacionada con conflictos emocionales de diferentes tipos y es un tema bastante extenso y al mismo tiempo bastante personal, así que hoy me enfocaré únicamente en estar solo.

¿Qué tanto disfrutas estar solo? Dicho de otro modo ¿qué tanto te gusta estar contigo mismo? Hay personas a las que les provoca incomodidad estar consigo mismos, necesitan rellenar el silencio y sentirse acompañados; no les gusta comer solos, ir al cine solos, ir a tomar un café solos. Por lo regular es el mismo tipo de persona que pasa de una relación a otra sin darse tiempo para sanar y/o aprender de la relación que termino, y esto aplica a relaciones de pareja o de amistad; lo que lleva a la larga a mantener relaciones poco saludables con amigos o parejas.

A veces el miedo a estar solos, nos hace mantener ese tipo de relaciones, donde la otra persona nos quita energía, nos quita tiempo y no nos aporta nada bueno; sí, puedes aprender mucho sobre ti y sobre otros a través de esas relaciones, pero es desgastante y a veces, sino ponemos atención, terminamos adoptando comportamientos que nos traerán problemas con otras personas. A veces no hacemos cosas que queremos porque no queremos hacerlo solos, entonces nos perdemos momentos y oportunidades que quién sabe si vuelvan a presentarse.

Una pregunta rápida ¿cómo sería tu cita ideal? Piénsalo y luego hazlo, mi propuesta es que te regales una cita contigo, probablemente la primera cita va a ser incómoda, no sabrás qué ponerte, a donde ir, qué hacer cuando llegues a donde hayas elegido. Puedes escoger música que te ponga de buen humor y escucharla durante la cita, camina contigo, escúchate, date un regalo (un pastel, un helado, algo que te guste). No se trata de que de ahora en adelante hagas todo a solas, porque siendo honesta la vida y los seres humanos estamos hechos para socializar, muchas veces para avanzar tiene que ser en grupo, pero también es importante darte chance de estar contigo, de reconocer tus emociones, tus miedos, que te des cuenta cuáles son las cosas que te apasionan. La idea de disfrutar estar a solas es que la compañía sea una opción y no una necesidad.

Trata de hacer eso de vez en cuando, una vez a la semana, cada 15 días, cada mes, del modo en que te sientas mejor; date tiempo también para convivir con personas que te quieren justo como eres, haciendo eso la vida va a ser más bonita y más disfrutable, los problemas serán más fáciles de afrontar y vas a sanar las heridas que tengas y las que estén por venir, es imposible salir ileso cuando algo que te importa se acaba.