Por David Uriarte

 

Entre más grande el territorio, más difícil enterarse de lo que sucede, de saber cuáles son los actores que le suman al gobierno y cuales le restan al gobierno y a la sociedad.

En México, la federación dispone de redes de información e inteligencia a través de las instituciones que conforman lo que ellos denominan el Gabinete de Seguridad, la Mesa para la Construcción de la Paz, y otros reductos de inteligencia cuya sofisticación son desconocidos para la mayoría.

En los estados pasa lo mismo, hay redes de información encargadas de mantener al tanto al gobernador de lo que ocurre en los ámbitos político, económico, de seguridad, de salud, en la movilidad carretera, centrales de autobuses, aeropuertos, en fin… Toda la información relevante que debe saber un gobernante en relación con sus gobernados.

En los municipios en menor escala dependiendo de la naturaleza política de los ‘mimos’, es decir, no es lo mismo uno de los 570 municipios o una de las 11 mil comunidades del estado de Oaxaca, al municipio de San Pedro Garza García en Nuevo León; sin embargo, la información sigue siendo un instrumento de suma importancia a la hora de tomar decisiones y a la hora de anticipar acciones, ya sean relativas a la seguridad pública, políticas, administrativas, o de cualquier otra índole.

El presidente, el gobernador, y el presidente municipal donde se produzcan fenómenos relevantes para la seguridad pública, la seguridad nacional, la salud pública, o acciones que incidan en la paz social, incluyendo fenómenos políticos cuya relevancia impacte en la gobernabilidad municipal, estatal o federal.

Los estados de Zacatecas, Guerrero, Tamaulipas, Veracruz, Aguascalientes, Baja California, y eventualmente otros estados donde los generadores de violencia ponen en riesgo a la sociedad civil, las redes de información e inteligencia deben estar muy activas para convocar de inmediato la intervención de la fuerza pública municipal, estatal o federal, dependiendo el lugar y el tipo de fenómeno social que se presente.

Oír a un gobernante que diga –no estaba enterado-, es entender que las redes de información e inteligencia no están cumpliendo con su deber.

No debiera ser que la población esté más enterada que las autoridades, o que las personas encargadas de informar a los gobernantes no lo hagan.

La inteligencia provee elementos de juicio para prevenir.