Por David Uriarte /
Cada aspirante a la Presidencia de la República tiene su forma de darse a conocer, promoverse, o buscar la simpatía del electorado.
Claudia Sheinbaum aparece un día sí y otro también donde sea, el objetivo es que la vean, la escuchen, y se interesen por ella; cuenta con el apoyo “divino”, por lo menos es lo que se vio hace meses cuando López Obrador le levantó la mano y dijo, “no está sola”.
Esa frase vale oro para ella y sus seguidores, representa una intención para los analistas políticos que entienden que no siempre, lo que sí dice es cierto, y puede ser una estrategia distractora mientras se le allana el camino al “tapado”.
En el caso del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, al parecer le está funcionando la estrategia frontal por no decir rijosa, que mantiene frente a los gobernadores de Jalisco y Nuevo León, sus declaraciones lo muestran como un hombre que, a pesar del tono de su voz, tiene la suficiente entereza para decir las cosas por su nombre.
El recorrido por los estados le abre un espacio mediático para fortalecer sus aspiraciones políticas y las de su jefe, se le dificulta enaltecer o reconocer el trabajo de los gobernadores de MORENA cuyo desempeño en materia de seguridad pública es evidentemente catastrófico, después de eso como dice el clásico, “va en caballo de hacienda”.
En el caso del ayer promocionado en Sinaloa, Marcel Ebrard Casaubon, es una de las “corcholatas” sin duda competente… Conocido en el país y el extranjero, daría cierta estatura a las relaciones internacionales, sin embargo, tiene más que un defecto ‘una condición’ que lo remonta a los últimos lugares: su relación con los ricos.
Pareciera que llevar buenas relaciones con la gente del poder económico -ya sean empresarios, inversionistas, o adinerados-, eso no le agrada a su jefe político, el Presidente.
También hay que resaltar sus virtudes, es un hombre estudiado, con capacidad de negociación, disciplinado, prudente… sin duda el más “letrado”. Alguien que puede representar a México y los mexicanos en el extranjero con dignidad, ojalá que sus virtudes superen sus debilidades.
En pista de la ‘carrera reina’, políticamente hablando, no gana el más atlético, gana el más negociador, sin embargo, hay cosas difíciles de negociar: los afectos.
Otra cosa importante para todos los aspirantes, ¿Quién es o quiénes son sus representantes en cada uno de los estados? Eso cuenta.