Por David Uriarte / 

Mientras las críticas siguen su rumbo, Rubén Rocha Moya se toma las cosas con calma, con una tranquilidad que confunde a sus adversarios, soporta una serie de comentarios poco agradables relacionados con su persona y su salud, pero al parecer esto es lo que menos le preocupa, por lo menos así se le observó ayer después de su registro.

A las dos y media de la tarde llegó a conocido restaurante de maricos cerca de la Plaza Fórum, saludó y se tomó la foto con Sergio Torres; después, se acercó a la mesa donde estaba Juan S. Millán a quien saludó de manera efusiva y sellaron un compromiso culinario, se comprometieron a comer un platillo que dijo Rocha Moya ‘es su favorito’, el exgobernador Millán será quien gestione dicho platillo tradicional.

Después del saludo protocolario y con buen ánimo, Rubén Rocha se dirigió a la mesa donde estaba Alejandro Higuera Osuna, más conocido como “el diablo” Higuera, ahí estuvo poco tiempo, agotado el tema en esa mesa donde además se encontraba el exsubsecretario de Gobernación Ricardo Peralta, se tomó la foto donde se incluye al analista político Felipe Guerrero.

De salida, Rubén Rocha se acerca a Juan Millán a comentar algo en privado, y se despiden con la señal del dedo pulgar hacia arriba, el abanderado de MORENA dijo tener otro compromiso donde también incluiría una comida especial.

En un marco de civilidad y respeto, el exrector de la UAS, mantiene una ruta de trabajo al parecer bien estructurada, la tranquilidad puede ser producto de la recarga de combustible que representa su alianza con el partido local que le garantiza un número indeterminado de votos. Si la marca le fortalece, el nombre también, ahora con su candidatura común MORENA-PAS el futuro político se resignifica.

En las otras canchas, los protagonistas hacen calistenia para salir ‘con todo’ terminando la Semana Mayor, esto será a partir del día 4 de abril, para entonces, ya se conocerán los equipos auxiliares de todos los candidatos a los diversos puestos de representación y de gobierno. La tranquilidad de Rocha Moya debe representar la intranquilidad e inquietud de otros, así son las ecuaciones políticas.