Por David Uriarte /
Si la sociedad desconoce el fondo legal del conflicto entre la Universidad Autónoma de Sinaloa y el Gobierno del Estado, se queda con la idea mediática o el sesgo ideológico que más le acomoda, es decir, construye una idea con la información que recibe de los distintos actores involucrados en el conflicto.
Para entenderlo fácil hay que explicarlo fácil, todo surge de la idea de controlar a la UAS, el tema de la autonomía universitaria pasó a segundo término, derivado de eso, el congreso de Estado representado por la Sexagésima Cuarta Legislatura elaboró de la “Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa”, que expidió mediante el decreto número 407, misma que se publicó el 28 de febrero en el periódico oficial del Estado de Sinaloa.
Esta Ley consta de 83 artículos y 14 transitorios, la firmaron Ricardo Madrid Pérez en su calidad de diputado presidente, Nela Rosiely Sánchez Sánchez como diputada secretaria, Rita Fierro Reyes también como diputada secretaria… el Gobernador la manda imprimir, publicar, y ordena que circule y se le dé debido cumplimiento.
Al día siguiente de su publicación y al entrar en vigor la Ley, la UAS revira y se defiende por los causes legales al encontrar por lo menos once agravios, entre ellos lo relativo al artículo tercero de dicha ley donde en uno de sus párrafos se lee: “Toda consulta para modificar las leyes orgánicas a que se refiere este artículo será convocada y organizada por el Congreso del Estado conforme a los parámetros, lineamientos y metodología que este considere pertinente, el cual podrá solicitar el auxilio de la autoridad universitaria en la organización de la consulta, con pleno respeto a su autonomía”.
El agravio a las instituciones de educación superior derivado del control que toma el poder legislativo para modificar las leyes orgánicas cuando se le antoje, además de tener la facultad de solicitar o no el auxilio de las autoridades universitarias, las deja prácticamente en estado de indefensión, pero no solamente a la UAS, sino a todas las Instituciones de Educación Superior en el Estado de Sinaloa.
Este es sólo uno de los agravios, es importante que la sociedad sepa cuál es el fondo del asunto, se trata del respeto a la autonomía universitaria, las familias confían en tener a sus hijos en las aulas del conocimiento, no en la calle protestando y poniendo en riesgo la gobernabilidad.