Por David Uriarte /

El camino del poder político puede ser escabroso para muchos y liso para pocos. Llegar a la cúspide o cumplir las metas personales en materia de realización política, requiere liderazgo o un andamiaje que sostenga, impulse y coloque a la persona en el lugar deseado.

La cúspide de las decisiones favorece siempre a las personas rentables, la palabra rentable no siempre significa lo mejor para la sociedad, puede ser rentable para la persona que representa el poder en ese momento, estos son los andamiajes de las ilusiones del poder político.

Las personas desconocidas para la sociedad, pero conocidas, estimadas, y apoyadas por la mano del poder, aparecen en la conciencia social por arte de magia, no necesitan de grandes esfuerzos, solo necesitan que la sociedad sepa de quien son amigos o amigas.

La conformación de los gabinetes presidenciales depende de la voluntad del presidente, no son necesariamente los currículos más destacados, solo basta amistad, compromiso, lealtad, y ganas de ayudar al amigo o amiga.

Formar parte del gabinete estatal o municipal requiere del andamiaje político del Gobernador o del Presidente Municipal; formar parte del Congreso local, federal o del Senado, requiere de la voluntad de los votantes, ese es el verdadero andamiaje que soporta las ilusiones políticas personales.

Para ser secretario General de Gobierno se requiere decisión del gobernante; para ser diputado se requieren los votos de miles de ciudadanos; aquí la competencia es con dos o tres adversarios, por eso se requiere popularidad y arrastre de simpatías para que la aritmética favorezca los resultados.

Una cosa es un proceso electoral donde la competencia estriba en obtener el mayor número de votos de un total determinado, y otra cosa es la competencia en los afectos del gobernante, donde no importa la decisión o voluntad de la sociedad, solo cuenta el compromiso del gobernante con alguien y ese alguien puede ser la persona designada o la persona que pide el favor.

El proceso electoral en Sinaloa empieza a tomar forma, los andamiajes igual que los interesados empiezan a mostrar sus intereses, nadie o pocos participan para perder, todos creen que van a ganar, piensan que la decisión del padrino basta, sin embargo, por lo menos dos tercios de los candidatos perderán y con ello los que sirvieron de andamiaje también perderán.