Por David Uriarte /

La planeación estratégica es una herramienta de éxito, de triunfo, de los ganadores, de los previsores, de los inteligentes, de los informados, de aquellos que tienen conciencia de sus debilidades o puntos vulnerables, de los que saben por dónde se les puede sorprender y derribar sus planes.

El silencio fue la primera página de la estrategia, con anticipación se diseñó el modelo, formato, lugar y logística del quinto informe del Presidente. Las condiciones no permitían arriesgar la figura presidencial… la creciente aceptación de Xóchitl Gálvez, los brotes violentos alrededor de la Ciudad de México, los rezagos de casos sin resolver como los desaparecidos de Ayotzinapa, la inconformidad de los familiares de más de cuarenta mil desaparecidos, y más de ciento sesenta mil homicidios dolosos, predisponía un escenario adverso.

La distancia siempre es buena alternativa para disuadir al adversario, es más fácil mover mil personas a Campeche que contener cien mil fuera de Palacio Nacional o de cualquier sede alterna en la Ciudad de México.

La estrategia funcionó como debe ser, la tranquilidad fue el sello del informe, estuvieron los que tenían que estar y faltaron los que no pudieron llegar. Por la tarde la Secretaria de Gobernación entregó el informe en la Cámara de Diputados y a pesar de rechiflas y concurso de aplausos todo salió como estaba previsto; esto es estrategia política de alto nivel.

Las cosas no están como para medir fuerzas, la tensión entre los contendientes finalistas de MORENA pone a prueba el discurso de la verdadera democracia y de que no existe el “dedazo”; todo indica que habrá fractura partidista si Marcelo Ebrard es superado por Claudia Sheinbaum.

El posible conflicto es lo que está esperando el frente opositor o Frente Amplio por México donde en unas horas ungirán a su candidata.

El partido en el poder tiene plan A, B y C; por lo pronto ya le funcionó el plan A relativo al quinto informe presidencial, es probable que ya esté cocinado el plan B para descarrilar la inercia y simpatía que ha construido la senadora Xóchitl Gálvez.

Como pez en el agua se sintió el Presidente en su quinto informe, sin presiones de ningún tipo, sin gritos de la oposición, sin quema de vehículos, toma de casetas o carreteras, sin violencia o presión de grupos opositores.

El brevísimo análisis resuelve la pregunta ¿Por qué en Campeche?