Por David Uriarte /

Lo que es, es: sobredimensionar o minimizar el trabajo político-administrativo de los presidentes municipales de Sinaloa, es juicio, sesgo, tendencia, o dolo, describir, analizar, o exhibir su desempeño, sólo es eso, descripción sin juicio.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indican que, en el año 2020, Sinaloa tenía alrededor de tres millones de habitantes: Culiacán con un millón de habitantes, Mazatlán con medio millón, Ahome con 460 mil, Guasave con 290 mil; Navolato 150 mil, El Fuerte 100 mil, Salvador Alvarado 80 mil, Sinaloa 79 mil; Escuinapa 60 mil, Elota 56 mil, Rosario 53 mil, Angostura 45 mil; Mocorito 40 mil, Badiraguato 27 mil, Concordia 25 mil, San Ignacio 20 mil, y Cosalá 17 mil.

Las dos terceras partes de habitantes en Sinaloa están en Culiacán, Mazatlán, y Ahome, esto es significativo cuando de elecciones y votos se trata.

Todos los municipios son importantes socialmente hablando, pero los tres más poblados son el objetivo principal de los partidos políticos, en Sinaloa la mitad de los municipios están gobernados por MORENA, cuatro por el PAS, dos sin partido, uno por el PRI, uno por el PT, y uno por el PES.

Los presidentes municipales más conocidos y más manejados en los medios son sin duda, Jesús Estrada Ferreiro, Luis Guillermo Benítez Torres, y Gerardo Vargas Landeros, José Paz López Elenes de Badiraguato se le menciona por su cercanía y por ser coterráneo del doctor Rubén Rocha Moya, a Carla Corrales de Cosalá por haberse separado del partido que la llevó al poder, el PAS, a Rolando Mercado de Sinaloa por ser el último bastión del PRI.

Las noticias del desempeño político de los presidentes municipales siempre, o casi siempre, toman notoriedad cuando estas son negativas o hay incidentes de alto impacto como, homicidios, feminicidios, desapariciones o inatención a grupos vulnerables.

El análisis de los primeros seis meses de gestión de todos los presidentes municipales en Sinaloa, arroja un saldo evidentemente positivo para Gerardo Vargas Landeros, es posible que no sea santo de todas las devociones, pero con su experiencia de haber manejado por seis años el Estado, tiene vocación sobrada para manejar su municipio.

Desde su campaña mostró la habilidad para negociar con todos los sectores de la política y la economía, ahora se enfila rumbo a la gubernatura haciendo escala en la senaduría.