Por David Uriarte /

Aunque suena a nombre de película o serie televisiva, quien menos te imaginas puede ser gobernador, senador, diputado federal, diputado local o presidente municipal, sólo hay que revisar la historia reciente.

Atendiendo a esta realidad, hay decenas de vasos comunicantes que apuntan a una sola dirección: el poder político. Esto sucede en todo el país, en Sinaloa la efervescencia política se deriva de grupos bien definidos, políticos empleados, políticos desempleados y aspirantes a políticos.

Los políticos empleados tienen la ventaja de estar viendo la película desde la locación; los desempleados ya vieron y vivieron su película, por eso se sienten con el merecimiento y agallas suficientes para volver por la revancha; los aspirantes a políticos, algunos han vivido la experiencia de la administración pública, otros han construido un liderazgo social en el segmento o nicho de mercado donde se desenvuelven, otros tienen el merecimiento de su fortaleza financiera que les permite distraerse de sus actividades sin riesgo de perder su estabilidad económica, otros más sólo tiene la ingenuidad de creer en términos como “democracia” o “justicia”, y otros se contratan como relleno de alguna fórmula o son propuestos por algún partido para no dejar en blanco esa oportunidad o prerrogativa de ley.

Todos tienen una oportunidad de abrazar sus sueños políticos, en teoría unos más y otros menos, sin embargo eso de que otros menos, se debe tomar con las debidas reservas… para los incrédulos o puristas de las formas, sólo vean cómo están conformados actualmente los congresos de los estados y la distribución de fuerzas políticas en todo el país, principalmente en la cámara baja y la cámara alta.

Lugar aparte ocupan los técnicos y asesores de verdad, aunque los técnicos y asesores cuya paranoia les hace creer en los memes o en las campañas de difamación en redes sociales, están proliferando.

La pandemia sólo representa el mejor de los escondites para que las ideas de los tres grupos de aspirantes maduren sus estrategias, las emociones desesperadas presagian un tamizaje social automático; pero ojo, cualquiera puede ser.