vino caliente se consume tradicionalmente durante la época de invierno en países como Alemania, Polonia, Hungría y Francia.

Dicha bebida surgió en la antigua Roma, generalmente se tomaba por sus propiedades medicinales y era conocida como “Conditum Paradoxum”, aparentemente la receta original llevaba vino caliente, miel, pimienta, laurel, azafrán, dátiles asados y pasas.

Actualmente es una preparación muy popular que consiste en vino, algún endulzante como miel, almíbar o azúcar y distintas especias. Por ejemplo en Polonia se le conoce como grazniec y el ingrediente que le caracteriza es la miel, en Hungría el forralt bor lleva clavo de olor y en Francia la canela es clave en el vin chaud porque esta especia le suma un suave toque de picor.

Para prepararlo hay que evitar que el vino llegue al punto de ebullición ya que el alcohol se puede evaporar por completo, lo ideal es prepararlo a fuego lento y agregar poco a poco todos los ingredientes.

Se puede utilizar vino tinto o blanco, si se opta por el segundo, la recomendación es agregar azúcar sin refinar para conseguir un mejor sabor. De preferencia que el vino sea de calidad media ya que uno de baja calidad si se calienta perjudica gravemente el estado de este líquido y puede amargar el sabor. Los vinos que mejor funcionan para preparar esta bebida son los jóvenes y afrutados.

Otro punto que se debe tomar en cuenta es evitar utilizar ollas de aluminio para no provocar un extraño sabor metálico en el vino, lo mejor es emplear una olla de acero inoxidable, cerámica o vidrio resistente al calor.