Cuando pensamos en el pastel perfecto nos imaginamos uno con una textura suave, esponjosa y un sabor espectacular. Muchas veces los pasteles no quedan como quisiéramos al momento de hornearlos y esto se debe a las cantidades que utilicemos.

La repostería para muchos puede ser una de las áreas más frustrantes, desesperantes y difíciles dentro de la cocina ya que, aquí no podemos utilizar los ingredientes y las cantidades que queramos, debemos ser precisos y exactos con estos de lo contrario, el resultado queda alterado.

Cuando buscamos un pastel esponjoso, liviano y con buen sabor, lo ideal es utilizar mezclas líquidas, con medianas cantidades de grasa. Éstas pueden ser mantequilla a temperatura ambiente, aceite vegetal, mantequilla y aceite de coco derretido e incluso mayonesa.

¿Cómo que mayonesa?

Pues ésta tiene en alto contenido de grasa, está elaborada con yema de huevo, vinagre o limón y aceite, al combinar estos ingredientes sobre baño maría obtenemos la cremosa y deliciosa mayonesa. Agrega entre un cuarto hasta media taza de ésta, ayudará a que el pastel retenga su humedad, evitando que quede seco y además, esponjará la mezcla, provocando migas más grandes en el pan.

Sin importar que tipo de pastel prepares, prueba agregar entre un cuarto hasta media taza de mayonesa a la mezcla, esta no alterará el sabor ni el color, pero si le dará una mejor consistencia.