Por David Uriarte /

 

El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional, es decir, o te extraen el nervio de la muela, o te dan un analgésico potente para no sentir dolor de muela, en cambio, sufrir por algo que paso en la familia o en la relación de pareja: es opcional.

Imaginemos una persona que está sufriendo mucho, al borde del colapso, con pensamientos suicidas, frustrada, encolerizada, ansiosa, depresiva, triste, con llanto intermitente, buscando ayuda jurídica al descubrir que su pareja le es infiel.

En cambio, otra persona de la misma edad, del mismo género, de la misma condición social, económica y académica, no sólo sabe de la infidelidad de su pareja, sabe que tiene hijos con otra pareja, incluso lo ha descubierto en múltiples infidelidades; y no sufre.

La diferencia entre una persona y otra no es lo que pasa, es lo piensa y siente sobre lo que pasa, aquí es donde está la opción: en el pensamiento que se convierte en sentimiento y emoción.

Creer que las cosas tienen y deben de ser como la persona quiere, es la base del sufrimiento; crear sufrimiento a partir de la diferencia entre lo que se quiere y lo que se tiene, es la constante en los expertos del sufrimiento.

La tolerancia a la frustración es la mejor defensa psicológica que puede aprender el humano, y ésta se aprende en la infancia. Superar la frustración es el camino de la adaptación a la realidad.

Sin embargo, tolerar no significa promover un trastorno de autoestima, tolerar es conocer la realidad y adaptarse a ella; aceptar la realidad no significa de ninguna manera despenalizarla, aceptar implica la indiferencia del hecho para tomar una decisión, en otras palabras, mientras exista emoción la realidad está sobredimensionada.

Los expertos en el sufrimiento tienen dificultad para la indiferencia y descripción de los hechos, se emocionan y ciegan a la realidad. Juzgan a la persona y la conducta de la persona, se frustran y toman el camino de la inestabilidad en un espectro que va desde la ansiedad hasta el suicidio.

Al incorporar a las herramientas terapéuticas la opción como decisión que emana de la voluntad, la conciencia y la libertad, la persona rompe los paradigmas que lo aprisionan tomando el rumbo de la claridad emocional que le da el saberse dueño de su voluntad.