Por David Uriarte /
Un partido de fútbol se gana con goles y una elección con votos, esta verdad de Perogrullo es importante en un proceso político donde las pasiones se desbordan, las amistades se rasgan, y los análisis escasean.
Ver el proceso electoral 2021 con pasión y emoción es un signo de interés por miedo o ilusión: miedo a dejar o perder las prerrogativas propias de una suerte al pertenecer o simpatizar con la 4T; ilusión de colgarse, subirse o acomodarse en la plataforma de un régimen que llegó para quedarse por lo menos tres sexenios.
Si los votos son números, entonces la aritmética es la mejor herramienta para entender el desánimo o desinterés del presidente López Obrador en la gubernatura de Sinaloa, no así en las diputaciones federales.
La gubernatura es una, en cambio, Sinaloa tiene ocho espacios reservados en San Lázaro; las decisiones relativas a presupuestos y modificaciones constitucionales todas pasan por el escrutinio de la Cámara de Diputados, aunque existe una simbiosis legislativa con la Cámara de Senadores, pero ese no es el tema.
El tema importante para Sinaloa y los sinaloenses como en su momento lo es para el Presidente y su partido, son los próximos diputados federales, la gubernatura terminará siendo un buen distractor nada despreciable para los partidos, sin embargo, las defensas y ataques para los estados están en manos de los diputados federales… son ellos pieza importante para el presidente López Obrador, se convertirán en la palanca de maniobra para el 2024.
Difícil para cualquier gobierno federal transcurrir sin sobresaltos, pero tener una proporción aritmética menor al cincuenta por ciento en la Cámara de Diputados, es la garantía de ‘tropiezo sobre tropiezo’ en todos los temas de interés para el Presidente en turno.
Qué bueno tener gobernadores alineados o del partido del Presidente, pero ellos no votan las decisiones importantes y trascendentales para el país, son los diputados federales los que se convierten ‘la joya de la corona’ del poder político, esta es la clase política que se convierte en el aderezo que le endulza el paladar al presidente, este es el segmento más importante para la política del presidente López Obrador.