Por David Uriarte /
¿A quién le importa el rumbo de las legislaturas estatales? Al gobierno federal, estatal, y a los partidos políticos. Sin embargo, la importancia debería tocar la puerta de los ciudadanos, niños, jóvenes y adultos deberían saber cómo se llama su diputado, en que distrito local votan, cuál es su distrito federal, y cuál es la función del diputado que la representa en el Congreso del Estado.
La historia de aquellos diputados o diputadas que sólo recorren su distrito en época de campaña electoral, es la historia repetida. No se diga los de representación proporcional, aquellos que llegan al Congreso por la vía aritmética… Estas costumbres deben desaparecer, llegar a la legislatura es una oportunidad para que la población representada y no, conozcan las bondades de un régimen político y su división de poderes.
El poder legislativo tiene en Sinaloa cerca de dos siglos, legislaturas van y legislaturas vienen y parece que siempre son opacadas por el brillo del poder ejecutivo. Es más fácil que los votantes se acuerden del nombre y partido de los gobernadores, que, del nombre y partido de sus diputados.
Esta inercia es precisamente lo que está trabajando la actual legislatura, dentro de poco, habrán de hacer un ejercicio más que importante con el fin de acercar el Congreso a la sociedad, especialmente a los jóvenes.
Las legislaturas anteriores han hecho un ejercicio de Parlamento Infantil, sin embargo, el tiempo que transcurre entre la niñez y la edad de votar, disminuye el interés de estos niños, por eso, la actual legislatura está trabajando y en breve harán la convocatoria para que adolescentes y jóvenes se integren a esta experiencia del Parlamento Juvenil.
No se trata de vender marcas, se trata de promover una cultura de participación ciudadana en las tareas de la vida democrática de Sinaloa. Se trata de construir conciencia cívica desde la niñez y juventud para descubrir las potencialidades o habilidades de quienes podrán el día de mañana sumarse según su convicción a las filas de algún partido político y participar de cerca en la vida democrática de su municipio, estado o país.
Este ejercicio podrá marcar la diferencia entre la 64 legislatura y las anteriores.