Por David Uriarte /
Cualquier posición derivada de la simpatía electoral cobra un precio emocional desgastante.
Falta de respeto, agresiones verbales, imputaciones falsas, reclamos injustos, violencia de género, actitudes denigrantes, señalamientos dolosos, y muchas injurias reciben las personas en busca de ser favorecidos con el voto popular.
La visita de Claudia Sheinbaum a Ciudad del Carmen el pasado once de julio, estuvo marcada por incomodidades propias de una sociedad inconforme, el rosario de reclamos fue más allá de la descripción, pasó al juicio tendencioso y se convirtió en un escenario de confrontación político partidista.
Una cosa es la realidad y otra cosa su origen o su causa, la complejidad de cada caso requiere un análisis serio y un dictamen que concluya en un diagnóstico situacional.
Mientras Claudia recorría parte de la ruta diseñada en busca del acercamiento cara a cara con los comerciantes de Ciudad del Carmen, los reclamos señalaban a la gobernadora Layda Sansores como parte de problemas añejos no resueltos como la falta de agua potable y deficiencias en los servicios de drenaje sanitario.
En su recorrido, Claudia escuchó la voz de ciudadanos inconformes cuyos problemas son añejos, jubilados de la Comisión Federal de Electricidad, reclamaron una serie de trámites inconclusos, promesas no cumplidas por parte de la paraestatal, le pidieron a Claudia su intervención ante Manuel Bartlett.
Así como a ella, Marcelo, Ricardo, y Adán, junto con Noroña y Velasco, son bombardeados con la lluvia de insultos, pero también con el calor del aplauso y el reconocimiento. En gran medida, no es nada personal, no es en contra de ellos, es en contra del sistema, en algunos casos en contra del presidente López Obrador.
Como reza el adagio “al que no le guste el calor, que no se meta a la cocina”, desde el momento que abrazan la ilusión de ser el o la presidenta de todos los mexicanos, compran los riesgos, es decir, no todo es dulzura… Además de las inclemencias del clima, lluvias, altas temperaturas, lugares de difícil acceso, aviones, hoteles, ayudantes, problemas operativos, mantas, espectaculares, entrevistas, reuniones, fuego amigo, estrategias logísticas incluyendo la transparencia de los gastos, y evaluación del partido.
Se necesita tener carácter y salud emocional para resistir la ruta del triunfo o la ruta de la derrota.