Por David Uriarte /

Es posible la presencia de imprecisiones cuando se afirma la ausencia de manufactura en México del psicotrópico llamado fentanilo.

Mientras tanto, otra autoridad declara como triunfo y parte de su trabajo, el decomiso de precursores de fentanilo, laboratorios dedicados a la elaboración de la droga final, y grandes cantidades de pastillas de fentanilo entre otras cosas, como armas, dinero, y ocasionalmente personas dedicadas a la elaboración del enervante.

Alguien miente o alguien se equivoca… Quien dice que no se produce fentanilo en México, de alguna manera está exonerando a todos los presuntos delincuentes encarcelados, ya sea sentenciados o en espera de la misma por un delito relacionado con el narcotráfico específicamente la elaboración, transporte, o comercialización de fentanilo.

Si es cierto que no se elabora este psicotrópico en México, entonces las declaraciones del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana en México, Omar García Harfuch, son imprecisas o sesgadas. La información revelada a los medios de información convencional, plataformas digitales y redes sociales, describe cientos de laboratorio destruidos, decomisados, incautados, asegurados, o como usted le quiera llamar, pero son lugares donde los precursores químicos y el producto final llamado ‘fentanilo’, es el triunfo o trofeo de la inteligencia de las autoridades encargadas de la seguridad pública.

Otra reflexión lógica se deriva de la presencia o decomiso de toneladas de precursores químicos, para la elaboración de distintas drogas adictivas que atentan contra la salud pública de los mexicanos y los extranjeros, cuando se comercializan en esas latitudes.

La reflexión descansa en el acopio de la cadena de producción de las drogas sintéticas, según las mismas autoridades, estas provienen de China, pero la pregunta no es en que las transportan, sino, ¿Por dónde entran a terreno mexicano? Y claro, la lógica responde de inmediato: por los distintos puertos marítimos; de esta lógica se desprende otra pregunta, ¿A cargo de quién están los puertos marítimos?

Cualquier ser humano con capacidad de juicio y razonamiento diría que por lo menos la palabra corrupción cabe en esta ecuación de hechos, donde el resultado tiene a miles de consumidores bajo tierra, a otros tantos en la adicción, y a miles de familias hundidas en dolor y sufrimiento.

La sociedad se puede perder en las imprecisiones.