Por David Uriarte /

Con una carrera meteórica, el Cardenal Robert Prevost culminó en la meta: Papa León XIV. No es producto de la casualidad, es producto de su inteligencia. Aunque muchos asumen como ciertas una serie de teorías hipotéticas, desde la más descabellada hasta la más creíble, la verdad solo la sabe Robert Prevost, hoy su santidad León XIV.

De cualquier manera, la estrategia de elegir un Papa de origen americano, con presencia Latinoamericana, cuando el número de católicos en países como Brasil (con 182 millones de católicos), México (con 110,9 millones de católicos), Filipinas (con 83,6 millones de católicos), Estados Unidos (con 72,3 millones de católicos) e Italia (con 48 millones de católicos), suman quinientos millones de fieles creyentes, es una estrategia de marketing fabulosa.

Si a las condiciones actuales que vive la iglesia católica, se le suma la simpatía del presidente Donald Trump, las cosas se vuelven interesantes para el Papa en particular y la iglesia en general.

No es cosa menor que su santidad León, esté en la simpatía de su presidente y en la gracia de Dios, es decir, eso supera la suerte para volverse producto de la inteligencia, aunque no todos compartan la idea.

Si hay un lugar donde la política es de alto nivel es en la curia, en lo eclesiástico, en lo terrenal de las religiones, donde hay millones de creyentes, millones de seguidores, millones de interesados en trascender la vida terrenal para incursionar en lo celestial y la eternidad.

Prueba de la inteligencia del nuevo Papa, es que la primera audiencia pública fue con los medios de comunicación, él sabe perfectamente la importancia de preservar el legado de la religión católica, y si es posible, aumentar su penetración en las conciencias de los millones de posibles fieles futuros.

Los medios de comunicación, sumados con las nuevas tecnologías de la información y las redes sociales, son los medios o herramientas para difundir los ideales y objetivos de la iglesia católica por todo el mundo.

Seis mil periodistas acreditados para esta primera reunión de acercamiento entre la Iglesia Católica, su representante y los medios de información, habla de dos cosas: del interés mundial por conocer las nuevas políticas del líder de la iglesia católica; y de la inteligencia de su líder al darle prioridad y reunir en su primera audiencia pública a quienes igual lo pueden aplaudir que denostar.