Por David Uriarte /

Si algunos creían que con del desprestigio de los memes, caricaturas, cartas, mensajes, intelectuales, bloqueos, marchas, renuncias, o caravanas en carros lujosos en contra del gobierno del presidente López Obrador, bastaba para desestabilizarlo o hacerlo abdicar al poder, todo indica que no es ni será así.

Lejos de eso, el tono cada vez más duro del Presidente, ha tensado la cuerda del quehacer político en México, lo impensable en otros tiempos o regímenes políticos, la confrontación con algunos medios de comunicación como el periódico Reforma, analistas políticos, columnistas de renombre, la referencia y señalamiento por su nombre a los periodistas con los que no está de acuerdo, y de alguna manera, el –no se me olvida el trato que me dieron cuando fui oposición-.

Otro hilo de la cuerda política que está tensando el Presidente es el de la corrupción, específicamente el caso de Pemex con el cual busca dejar sin margen de defensa a empresarios y políticos de primer nivel.

Otro hilo más, el manejo del abasto de insumos y medicamentos para el sector salud, la intermediación entre los laboratorios y las unidades de salud pública desaparecen o por lo menos se minimizan, y con la nueva reforma David León será el director de la Distribuidora de Medicamentos del Estado.

Ya había tensado el hilo del control tributario, hoy es difícil por no decir que imposible evadir el pago de impuestos, las factureras son un negocio más que en extinción, están en la mira de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Por cierto, empresarios y políticos caminan con la guadaña de la UIF a sus espaldas, y al mínimo movimiento en contra de las políticas de AMLO, basta un clic para congelar sus cuentas, investigar sus propiedades, y abrirles una carpeta de investigación, o en el mejor de los casos enviarles una invitación para que aclaren ciertos movimientos en sus finanzas.

Todos los hilos de la cuerda política están siendo tensados poco a poco por el Presidente en una estrategia cuyas miras son el 2021 y el 2024. Los recorridos del Presidente por el interior de la República llevan un mensaje implícito a los gobernadores, -te estoy viendo, y tengo la información sensible-.