Por David Uriarte /
Usando el lenguaje inclusivo debemos leer “calladito” y “calladita” se ven más bonitos y más bonitas. Hay un silencio en la clase política que aspira a una diputación local, federal, una senaduría, o una presidencia municipal, este silencio retumba en los oídos de los analistas y en la conciencia de las dirigencias partidistas.
Hay dos grupos bien definidos de aspirantes: los que “nacieron muertos”, son aquellos atrevidos, aquellos que empezaron a crecer tanto que se ahogaron en su propio desempeño, no dimensionaron sus acciones ni los alcances de sus dichos, esos tienen el yugo de la ley en el cuello y la promesa velada de pisar la cárcel.
El otro grupo es más grande, más nutrido, todos o casi todos hoy tienen una responsabilidad en el gobierno federal, estatal o municipal, otros en el Congreso local o federal.
La disciplina política les hace apegarse al principio que reza, “el que se mueve no sale en la foto”, el que se mueve o se adelanta a los tiempos, se le aplica la guillotina, si se pone pesado, se le aplica la ley y toda la maquinaria coercitiva, desde la Fiscalía General, la Unidad de Inteligencia Financiera, el SAT, el SATES, la Auditoria Superior de Estado, la Unidad de Inteligencia Patrimonial y Económica, con esto, de que se ponen en paz… se ponen.
El silencio no es de los inocentes, es de los inteligentes, de los buscadores de la gracia política, de los que buscan estar en el ánimo de los que deciden, el Gobernador, Mario Delgado, y el Presidente, esto tratándose del partido en el poder.
Los interesados por la vía de la oposición en ocupar los diversos puestos y representaciones políticas merecen un trato aparte, es probable que la relación final sea 80/20, ocho de cada diez diputaciones o presidencias municipales serán para MORENA, y el resto para la oposición.
Las o los aspirantes a ocupar una Senaduría en Sinaloa es un grupo reducido, con merecimientos especiales por sus trayectorias o cercanía con el poder, esos espacios estarán tan peleados como las diputaciones federales y locales, por el rumbo de las presidencias municipales, las cosas se pondrán interesantes, está llegando la hora de rendir cuentas al verdadero poder: el poder del voto.
Una cosa es el silencio y otra el trabajo, las aspiraciones se dibujan de muchas formas, una de ellas es el trabajo discreto, la planeación estratégica y la venta de la imagen de boca en boca.