Por David Uriarte /

Nunca he sabido bien a bien porqué se le llama delfín o alfil al preferido en la sucesión del poder político, lo que sí es evidente, es la preferencia o deseo del gobernante de elegir su sucesor.

¿Qué busca el que deja el poder? Que el que llegue le cuide la espalda, que no escarbe donde no debe, que no investigue los favores, mucho menos los favorecidos en el régimen que concluye… en fin, lo que busca cualquier gobernante que deja el poder, es no tener problemas de ningún tipo, mucho menos señalamientos evidentes de corrupción o malos manejos con las finanzas públicas.

Si el gobernante en turno descuida el renglón de su sucesión, está condenado al rigor del escrutinio de sus adversarios. Podrá haber realizado obras faraónicas, controlar las variables sensibles como la seguridad, la economía y la salud, pero será juzgado por el manejo discrecional y las vías alternas de financiamiento de cualquier gobierno que administra jugosos giros como el de la construcción, permisos de todo tipo, venta de bebidas alcohólicas, control de casinos donde hay juegos y apuestas; palenques, ferias, estadios… y todo aquello donde se mueve dinero.

Aunque haya hecho un manejo escrupuloso y aseado de las finanzas públicas, el ‘talón de Aquiles’ en la administración pública sin duda sigue siendo el tema del dinero. Por eso, el gobernante necesita traer siempre en la bolsa de sus recuerdos, el nombre o los nombres de quien o quienes pueden ser una garantía en la sucesión y relevo del poder político.

Por lo que me han platicado algunos exgobernadores y expresidentes municipales, las cosas no siempre salen como se planean, incluso, tampoco salen cuando se piensa en la gratitud y lealtad de ciertos colaboradores que para ellos presagiaban seguridad y terminan siendo traicionados.

No es prematuro pensar en el delfín del gobernador de Sinaloa, tampoco es descabellado pensar que su delfín puede ser tragado o por lo menos lesionado de muerte por la posible orca que están engordando desde el ático del poder central.

El delfín del gobernador tiene que estar bien alimentado, debe mantenerse en forma porque las olas del océano político ya dejan ver las orcas asesinas.