La pandemia por el Covid-19 mantiene en ansiedad a los ciudadanos, y aunque vivimos en una época con acceso a plataformas de información de todo tipo, la desinformación ha permeado entre los ciudadanos que muchas veces son víctimas de las “fakenews”.
Es importante, ante todo, informarse con bases científicas, por eso aquí te compartimos los puntos clave de la entrevista con nuestro especialista el doctor David Uriarte Gastelum, con la periodista Lolita de la Vega, en su programa Frente a Frente que se transmite por ADN 40.
“No habíamos dimensionado en el área médica el alcance (del virus) y una realidad es que hay ingenuos que siguen creyendo que no existe”, explica el doctor Uriarte, señalando que hay dos elementos fundamentales cuando se habla de la pandemia y son: la educación para la salud, y la otra la promoción. Que consisten básicamente en el lavado de manos, la sana distancia y el aislamiento. Que son las conductas que se deben asumir con responsabilidad.
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Los cubrebocas, cuáles sí y cuáles no.
Las mascarillas N95 son las indicadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para cualquier enfermedad infectocontagiosa, pues el filtro de carbón en estas mascarillas es lo importante. Sin embargo, los abusos por el desabasto no se hacen esperar pues hace unos 6 meses un cubrebocas N95 costaba 30 pesos y hoy cuesta 100, lo que provoca es que la gente termina poniéndose un pañuelo que en realidad no cumple con las funciones completas.
Las caras de la pandemia en los hospitales
En los hospitales son los médicos y personal de enfermería quienes dan la cara y se ponen en la primera línea de fuego, y es quienes atienden a pacientes se encuentran en riesgo latente “todos los días”, porque precisamente llega un paciente con un trapito (de cubrebocas) y nada tiene eso que ver con la prevención que se requiere.
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Las dos pandemias: COVID-19 y desinformación
Hay dos pandemias del coronavirus, una que puede terminar cuando termine el Covid-19, que es la enfermedad. Y la pandemia de la desinformación, porque no hay una información científica, hay una información “de boca a boca”, con criterios en ocasiones muy catastrofistas y otras veces con criterios en el extremo de la ignorancia. Lo que es un gran problema porque llegamos a creer que con ‘agua y limón’, que con ‘agua y bicarbonato’ se va a solucionar esto -la pandemia-. “Pero, si eso fuese cierto no existiera la pandemia, hay que tener mucho cuidado con esa información”, advierte Uriarte Gastelum.
Aplicación de pruebas y Triaje
Ante la pregunta recurrente de la importancia de aplicar las pruebas, el especialista señala que, efectivamente, una simple gripa una infección por coronavirus puede ser confundida, pues seguimos teniendo casos de influencia, de neumonías como tal también, y sumado a eso están los pacientes que se han contaminado con el Covid-19; entonces el diagnóstico clínico es importante pero la prueba, “el examen es sumamente necesario para establecer el diagnostico diferencial, esta es la clave”.
Además, hay dos consideraciones, la primera es que hay una instrucción en el mundo, donde hay el Triaje, sin embargo, el asunto es que el Triage solamente se hace en los hospitales, pues es ahí donde se van a categorizar. Sin embargo, el problema es el paciente como tal “ya enfermo, que está en el servicio público, que está caminando, en la calle, ese es el conflicto porque ya está infectado y sigue infectando a los demás”.
Por lo que la manera más efectiva de protegernos es “quedarnos en casa si nuestra actividad no es esencial. Pero hay muchas personas que han confundido la cuarentena con vacaciones”, puntualiza el doctor Uriarte.
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Violencia en cuarentena
En la actualidad los que nos quedamos en casa porque podemos y los que necesitamos salir -porque es la actividad esencial-, vivimos una diferencia: “cuando estamos en casa un día, dos días no pasa nada… pero cuando van 10, 10, 30, 40… empiezas a conocer a tus hijos, empiezas a conocer a tu pareja, empiezas a conocer tu realidad y eso genera entre otras cosas violencia psicológica, violencia emocional, violencia económica e incluso violencia física. En México las llamadas al 911 por violencia en la familia han aumentado, por maltrato a los infantes ha aumentado”. Uriarte Gastelum explica que “el problema de las parejas en la comunicación ha aumentado y esto ha generado ansiedad, y por supuesto en muchos casos ha hecho que los pacientes depresivos caigan o recaigan en su patología previa”.
