Por David Uriarte /
Los hechos y cambios radicales en el presente sexenio o régimen político en México, muestran posiciones encontradas entre los del partido en poder y los de los partidos de oposición, si es que se le puede llamar todavía oposición.
El ejercicio democrático del próximo año, será más que interesante, será un laboratorio de análisis político donde se verá la incidencia o influencias de las políticas públicas actuales en las mentes de los electores.
La sociedad está dividida en seis nichos bien definidos: los de pobreza extrema, los pobres, los burócratas y similares, la clase media, los empresarios ricos, y los millonarios.
De estos grupos, los de pobreza extrema cuentan poco, es tanta su necesidad que prefieren comer y buscar techo que tener un documento para votar; el grueso de los votos está en los pobres, los burócratas o similares en cuanto a su ingreso, y una parte de la clase media; los ricos y millonarios son pocos y su apatía la justifican como una medida de seguridad personal y patrimonial.
El ochenta-veinte estará en los pobres y burócratas, el posible contrapeso estará en parte de la clase media y parte de los pobres, burócratas y similares; el trabajo del partido en el poder y la oposición está bien delimitado.
Cuando la creencia está bien instalada en el cerebro de la persona, no hay poder humano que lo haga cambiar a pesar de tener la evidencia de lo contrario a la vista o en la mano, así como trabajó y se instaló la ideología de primero los pobres, y no puede haber gobierno rico con pueblo pobre, así tendrá que trabajar la oposición para posicionar sus principios e ideología en la mente de los votantes.
No se trata tanto de razones, se trata de emociones, de sentimientos que se despiertan cuando los pobres, burócratas y similares, escuchan hablar de los ricos, poderosos, los de arriba, la mafia del poder, la clase poderosa… el neoliberalismo, del presidente Salinas, de Fox, Calderón y Peña Nieto.
Ellos y los calificativos construyen una animadversión en la mente de aquellos cuyas creencias corren por el camino de la esperanza; de una sociedad donde todos son dueños de todo, donde los ricos dejan de serlo aunque los pobres sigan siendo lo mismo… La teoría de la esperanza está en la base de la conducta radical, de una irracionalidad tan poderosa que destruye cualquier evidencia racional.
Si la velocidad del adoctrinamiento continua a este ritmo, México será territorio de MORENA.