Por David Uriarte / 

A pesar de las inconformidades y posibles yerros del partido en el poder o de su líder natural, México soportará o disfrutará por lo menos doce años, aunque todo apunta a dieciocho años de gobierno morenista.

La inteligencia no se mide por los grados académicos o los títulos acumulados, se mide por la capacidad de resolver problemas, y López Obrador ha resuelto su problema, su problema lo identificó desde pequeño: traía en su ADN la sed de gobernar a México, y lo logró.

Para Andrés Manuel nunca formó parte de sus expectativas tener una licenciatura, una maestría o un doctorado, mucho menos un promedio alto o graduarse con excelencia o banda de honor, hizo su licenciatura como un medio no como un fin.

Desde la fundación del PRD en 1989 con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo, la presencia de López Obrador ya era significativa en la izquierda mexicana, aunque fue en 2011 -con la escisión del PRD-, cuando Andrés Manuel funda el Movimiento de Regeneración Nacional con el eslogan “La esperanza de México”.

En 2018 se cumplen las expectativas políticas de AMLO bajo dos condiciones: el grado extremo y evidente de corrupción de los gobiernos que le antecedieron en el poder, y el número de pobres que aritméticamente aseguraban su triunfo en las urnas como sucedió.

En política, como en casi todas las áreas de la vida, la sangre que oxigena la voluntad y la energía que mueve la conducta es el dinero. Obras, servicios, y condiciones dignas de vida se derivan en gran medida de una economía sana cosa que no tienen los pobres, por eso, la esperanza de los pobres en el presente siglo siempre fue la figura de AMLO.

Empleo, seguridad, salud, y educación, son las cuatro cosas que los mexicanos en su gran mayoría necesitan; sin empleo no hay dinero, sin seguridad no hay confianza en el gobierno, sin salud no hay bienestar, y sin educación no hay competencia.

Las dos llantas ponchadas del gobierno actual son la seguridad y la salud, las llantas de la educación y el empleo están bajas… Esperemos que la llanta de refacción no esté ponchada, aun así, MORENA sigue siendo la esperanza de muchos gracias a su líder.