Por David Uriarte /

Cada profesión tiene su lugar en la sociedad y cada profesionista su reconocimiento derivado de su desempeño. El trabajo del psicólogo es una especie de unión entre la esperanza real y la esperanza construida, es decir, entre lo que es y lo que quieren que sea.

Los más necesitados de apoyo psicológico son aquellos que lo niegan, aquellos que huyen de sus propias carencias emocionales queriendo convertirse en robots sin sentimientos.

Aquellos que buscan encontrar en la razón el camino de la felicidad terminan atorados en sus propias decisiones de sufrimiento, sin embargo, aquellos que se arrodillan ante sus propias emociones terminan entendiéndolas como el camino que conecta con su propio ser.

Encontrar a los demás a veces es fácil, encontrarse con uno mismo se vuelve difícil si buscas en la sombra de lo que no eres lo que quieres ser.

En la actualidad la visita al psicólogo forma parte de la canasta básica, no se puede vivir creyendo cosas que no son, no se puede esperar el destello de la felicidad frotando los despojos de las miserias humanas.

Hoy en el día del psicólogo se puede inspirar el reducto de la mente sana en una reflexión consciente y honesta de lo que se tiene para ser feliz.

La salud mental es una aspiración legítima de la condición humana, es la autopista por donde se deslizan nuestros actos, es el camino de nuestros pasos a una vida de carencias o de plenitudes; la salud mental es el interruptor entre el oxígeno que cura y el aire contaminado que nos asfixia.

En el Día del Psicólogo hagamos un examen de conciencia sobre nuestras emociones y la calidad de las mismas; la relación que tenemos con nosotros mismos y con los demás; la capacidad de negociar con nuestras creencias y las creencias de los otros; en fin, hagamos un espacio para nosotros mismos y dejemos de decirnos mentiras.

El Día del Psicólogo es el mejor pretexto para buscar el camino del entendimiento personal, dejar de buscar afuera, dejar de culpar a otros por lo nuestro… es momento de encontrarnos con nuestra intimidad y sus memorias, claro, es sólo una propuesta. Si tienes todo que bueno, si te falta algo tu conciencia lo sabe.